Los participantes utilizaron uniformes de la época y armamento militar. Asimismo, utilizaron caballos con los que se pudieron revivir los pasajes de la hazaña militar. La escenificación duró más de una hora, tiempo en el cual los ejércitos independentista y realista se enfrentaron, culminando con el triunfo de los patriotas.El Presidente de la República, Dr. Alan García Pérez, encabezó hoy en la Pampa de la Quinua (Ayacucho) la ceremonia por el 183 Aniversario de la Batalla de Ayacucho y escenificación de dicha hazaña militar que selló la Independencia del Perú y de América del Sur. El jefe de Estado estuvo acompañado de su esposa, Pilar Nores de García; del jefe del Gabinete Ministerial, Jorge Del Castillo Gálvez; ministros de Estado y congresistas, quienes siguieron desde un estrado la escenificación del combate, junto al comandante general del Ejército, Gral. EP Edwin Donayre.
Asimismo, estuvieron presentes altos mandos de las Fuerzas Armadas, embajadores y representantes de diversos países, autoridades regionales y locales y cientos de pobladores. La escenificación de la Batalla de Ayacucho se realizó en el marco de las actividades por el Día del Ejército y fue ejecutada por más de tres mil personas, entre efectivos de la Segunda Brigada del Ejército, estudiantes universitarios, escolares y amas de casa. La Batalla se desarrolló en la Pampa de la Quinua, el 9 de diciembre de 1824, y fue el último enfrentamiento armado que sostuvieron los ejércitos españoles y patriotas, en el largo camino hacia la independencia del Perú.
Para darle realismo a la escenificación, los participantes utilizaron uniformes de la época y armamento militar. Asimismo, utilizaron caballos con los que se pudieron revivir los pasajes de la hazaña militar. La escenificación duró más de una hora, tiempo en el cual los ejércitos independentista y realista se enfrentaron, culminando con el triunfo de los patriotas. El 9 de diciembre de 1824, el Ejército Unido Libertador, comandado por Antonio José de Sucre, contaba con cerca de 5,600 hombres; en tanto los realistas sumaban cerca de 9,500 soldados y tenían como supremo comandante al virrey La Serna.
Al amanecer del 9 de diciembre de 1824, ambos bandos habían ultimado los preparativos de la batalla. Sucre arengó a sus soldados diciéndoles: "De los esfuerzos de hoy depende la suerte de América del Sur. Otro día de gloria va a coronar vuestra admirable constancia". A las diez de la mañana, el ejército realista rompió fuegos. Sucre y sus soldados entraron en acción. Al comienzo, el encuentro favoreció a los españoles, pero al grito del general José María Córdova: "¡División! ¡Adelante! ¡Armas a discreción! ¡Paso de vencedores!", los patriotas iniciaron la ofensiva arrojándose contra el enemigo.
El ejército realista comenzó a desorganizarse y a sufrir serios reveses. A la una de la tarde, el triunfo coronó a los patriotas. Las tropas del Rey habían sufrido su más grande derrota. La capitulación entre Sucre y el general español José Canterac se concretó en pleno campo de batalla, ya que el virrey La Serna estaba herido y prisionero. Esta batalla selló la independencia del Perú y de América. Los realistas tuvieron 1,400 muertos y 700 heridos; las cifras del ejército independiente ascendieron a 370 muertos y 609 heridos.
La Batalla de Ayacucho significó, más que una victoria para el heroico ejército independiente, el capítulo final para lograr la completa independencia del Perú y el retiro de las tropas realistas de nuestro territorio. La escenificación, que fue transmitida en vivo por la señal del canal del Estado, fue narrada por un efectivo del Ejército y durante el desarrollo de la batalla se pudo escuchar el tronar de los cañones y las arengas de los participantes. Al término de la ceremonia, uno de los participantes se dirigió hacia el estrado oficial para entregarle el presidente Alan García una Estatuilla de "Sinchi" en señal de triunfo. (Andina)
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