Los agentes ediles señalan
que cuando realizaban su habitual patrullaje preventivo en el barrio Chicago,
fueron alertados por los vecinos que un hombre con evidente malestar en su
salud había ingresado al predio ubicado en la calle José Gálvez 482.
Un
hombre de aproximadamente 28 años de edad fue hallado muerto este fin de semana
por agentes de Seguridad Ciudadana de Trujillo, mientras hacían su habitual
patrullaje preventivo por las calles del antiguo barrio Chicago. Al parecer, se
trataría de una persona indigente, sin oficio conocido, quien, según algunos
vecinos, se dedicaba al consumo de alcohol.
Los
agentes ediles, en un informe dirigido a César
Campaña Aleman, gerente de Seguridad Ciudadana y Defensa Civil de la Municipalidad Provincial de Trujillo,
narran que cuando realizaban su habitual patrullaje preventivo en el barrio
Chicago, fueron alertados por los vecinos que un hombre con evidente malestar
en su salud había ingresado al predio ubicado en la calle José Gálvez 482.
Agregan
que al entrar a la vivienda –que se encuentra abandonada– observaron al hombre
echado de espaldas sobre un colchón viejo colocado sobre el piso, al parecer
estaba dormido. Sin embargo, al intentar despertarlo notaron que no tenía
respiración ni otros signos vitales. Tras esta inicial comprobación, a través
de la Central de Emergencia de Seguridad Ciudadana de Trujillo, comunicaron el
hecho a la Policía Nacional, que a los pocos minutos envió a sus efectivos de
la Comisaría Ayacucho, quienes constataron el deceso.
Seguidamente,
de inmediato solicitaron la presencia de un representante del Ministerio
Público. En el reporte, alcanzado también a Miguel Pardo Navarro, subgerente de Seguridad Ciudadana de la
comuna provincial, los agentes dicen que el hombre vestía pantalón, casaca y
zapatos de color marrón y polo amarillo. No tenía documentos de identificación
y no había sustancias que hicieran sospechar como causantes del fallecimiento.
Los
agentes de Seguridad Ciudadana de Trujillo detallan que más tarde llegó la
fiscal de turno Lourdes Obando Castro,
quien, tras certificar la muerte, ordenó el traslado del cadáver a la morgue,
ubicada en el Hospital Regional, el mismo que se hizo en un patrullero edil.