Un total de cinco barcos han zozobrado en el estrecho de Kerch. El petrolero Volganeft-139 se ha partido por la mitad y ha vertido al menos 2.000 toneladas de combustible al mar, en un accidente que las autoridades han calificado de "desastre ambiental muy serio".
Un fuerte temporal ha causado hoy el naufragio de cinco barcos en el Mar Negro, uno de ellos un petrolero ruso que ha vertido 2.000 toneladas de fuel. Además de la tragedia ecológica 23 marineros están desaparecidos. Los naufragios, se han producido en el estrecho de Kerch, que une el mar Negro con el de Azov, frente al puerto ruso de Kavkaz, azotado por vientos de hasta 100 kilómetros por hora y olas de cinco metros. El petrolero Volganeft-139 se ha partido por la mitad y ha vertido al menos 2.000 toneladas de combustible al mar, en un accidente que las autoridades han calificado de "desastre ambiental muy serio".
Según el Ministerio de Emergencia, en la zona del estrecho de Kerch la tormenta se acompaña con vientos de más de 100 kilómetros por hora y olas de hasta 4,5 metros de altura. Los 13 tripulantes del petrolero han sobrevivido a la rotura del casco y han quedado en la popa del barco, que ha permanecido anclada y de la que han sido rescatados horas después del accidente. Otros 15 marineros del barco georgiano Jodzha Ismail, que transportaba chatarra y que se ha hundido frente al puerto ucraniano de Sebastopol, han desaparecido. Los dos tripulantes restantes han conseguido llegar a nado a la orilla.
Otros tres barcos han zozobrado por la tormenta. Aunque las autoridades rusas aún no han informado de víctimas mortales en estos percances, hay ocho desaparecidos. Uno de ellos es el Volnogorsk, que transportaba 2.000 toneladas de azufre. Horas después, las autoridades portuarias han informado del hundimiento de Najichevan, también cargado con azufre. Ocho de sus tripulantes se encuentran desaparecidos. Finalmente, ha zozobrado el Novel, este último en aguas ucranianas.
El portavoz del ministerio de Rusia para Situaciones de Emergencia, Víctor Beltsov, ha afirmado que los cuatro barcos rusos que han naufragado hoy pertenecían a la clase de embarcaciones que se emplea en navegación fluvial y marítima. "En la ensenada había un total de 50 barcos, 40 de los cuales fueron remolcados a mar abierto", ha dicho el portavoz de Emergencia, citado por la agencia oficial Itar-Tass. Las alarmas por el vertido de carburante en el estrecho de Kerch se dispararon incluso antes de que los equipos de rescate consiguieran socorrer a los tripulantes de las embarcaciones siniestradas.
El subdirector del Servicio Federal de Protección de la Naturaleza (SFPN) de Rusia, Oleg Mitvol, ha declarado que "los trabajos para restablecer el estado ecológico del estrecho llevarán meses" debido a las secuelas del vertido de las 2.000 toneladas de fuel. "Estamos ante una situación grave de contaminación del estrecho de Kerch", ha dicho Mitvol. Además, ha añadido que el mal tiempo que reina en la zona dificulta los trabajos de recogida del aceite combustible vertido por el Volganeft. Por su parte, uno de los dirigentes de Greenpeace Rusia, Alexandr Kisiliov, ha informado a la agencia Interfax que "el daño causado al entorno es enorme". Kisiliov ha señalado que, "según el pronóstico más optimista, para restañar el daño causado por el vertido se requerirán varios meses".
Un fuerte temporal ha causado hoy el naufragio de cinco barcos en el Mar Negro, uno de ellos un petrolero ruso que ha vertido 2.000 toneladas de fuel. Además de la tragedia ecológica 23 marineros están desaparecidos. Los naufragios, se han producido en el estrecho de Kerch, que une el mar Negro con el de Azov, frente al puerto ruso de Kavkaz, azotado por vientos de hasta 100 kilómetros por hora y olas de cinco metros. El petrolero Volganeft-139 se ha partido por la mitad y ha vertido al menos 2.000 toneladas de combustible al mar, en un accidente que las autoridades han calificado de "desastre ambiental muy serio".
Según el Ministerio de Emergencia, en la zona del estrecho de Kerch la tormenta se acompaña con vientos de más de 100 kilómetros por hora y olas de hasta 4,5 metros de altura. Los 13 tripulantes del petrolero han sobrevivido a la rotura del casco y han quedado en la popa del barco, que ha permanecido anclada y de la que han sido rescatados horas después del accidente. Otros 15 marineros del barco georgiano Jodzha Ismail, que transportaba chatarra y que se ha hundido frente al puerto ucraniano de Sebastopol, han desaparecido. Los dos tripulantes restantes han conseguido llegar a nado a la orilla.
Otros tres barcos han zozobrado por la tormenta. Aunque las autoridades rusas aún no han informado de víctimas mortales en estos percances, hay ocho desaparecidos. Uno de ellos es el Volnogorsk, que transportaba 2.000 toneladas de azufre. Horas después, las autoridades portuarias han informado del hundimiento de Najichevan, también cargado con azufre. Ocho de sus tripulantes se encuentran desaparecidos. Finalmente, ha zozobrado el Novel, este último en aguas ucranianas.
El portavoz del ministerio de Rusia para Situaciones de Emergencia, Víctor Beltsov, ha afirmado que los cuatro barcos rusos que han naufragado hoy pertenecían a la clase de embarcaciones que se emplea en navegación fluvial y marítima. "En la ensenada había un total de 50 barcos, 40 de los cuales fueron remolcados a mar abierto", ha dicho el portavoz de Emergencia, citado por la agencia oficial Itar-Tass. Las alarmas por el vertido de carburante en el estrecho de Kerch se dispararon incluso antes de que los equipos de rescate consiguieran socorrer a los tripulantes de las embarcaciones siniestradas.
El subdirector del Servicio Federal de Protección de la Naturaleza (SFPN) de Rusia, Oleg Mitvol, ha declarado que "los trabajos para restablecer el estado ecológico del estrecho llevarán meses" debido a las secuelas del vertido de las 2.000 toneladas de fuel. "Estamos ante una situación grave de contaminación del estrecho de Kerch", ha dicho Mitvol. Además, ha añadido que el mal tiempo que reina en la zona dificulta los trabajos de recogida del aceite combustible vertido por el Volganeft. Por su parte, uno de los dirigentes de Greenpeace Rusia, Alexandr Kisiliov, ha informado a la agencia Interfax que "el daño causado al entorno es enorme". Kisiliov ha señalado que, "según el pronóstico más optimista, para restañar el daño causado por el vertido se requerirán varios meses".
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