Programa va más allá de
la subvención económica. Articula acciones para que los adultos mayores reciban
servicios, recuperen autoestima, autogeneren recursos y sean revalorados. “De esa manera, son empoderados los adultos mayores con más carencias y
comienzan a tener autonomía social y económica”, indicó la titular del Midis.
Este
19 de octubre el Programa Nacional de
Asistencia Solidaria Pensión 65 cumple 10 años logrando la inclusión
financiera de 16,264 personas usuarias adultas mayores en situación de pobreza,
pobreza extrema y vulnerabilidad de las diversas regiones del país, quienes ya
cuentan con tarjetas de débito, fueron capacitadas por el programa para usarlas
y ahora pueden disponer de su dinero en los cajeros automáticos y en los
agentes corresponsales del Banco de la
Nación.
De
esa manera, usuarios y usuarias evitan hacer colas para cobrar cada dos meses
la subvención económica de S/250, previniendo el riesgo de contagio de la
COVID-19 y ahorrando tiempo y dinero al no trasladarse a las agencias
bancarias. “Pensión 65 lleva una década cambiando vidas. La inclusión
financiera es uno de los logros más importantes del programa. De esa manera,
son empoderados los adultos mayores con más carencias y comienzan a tener
autonomía social y económica”, indicó la ministra de Desarrollo e Inclusión
Social, Dina Ercilia Boluarte.
El
programa social, cuya naturaleza es brindar pensión no contributiva a las
personas adultas mayores más vulnerables, cuenta con 557,043 personas usuarias
en 1,874 distritos a nivel nacional, quienes pueden cobrar la subvención
económica en 482 agencias del Banco de la Nación. ‘Carritos pagadores’ de
empresas transportadoras de valores llevan la subvención a 532 puntos de pago
de las zonas rurales y dispersas, mientras que las Plataformas Itinerantes de Acción Social (PIAS), del Programa Nacional PAIS, facilitan el
pago en centros poblados amazónicos y zonas de frontera. La cobertura de
Pensión 65 también alcanza a los ámbitos del Vraem y del Alto Huallaga.

Desde
sus inicios, Pensión 65 siempre ha buscado ir más allá de la entrega de la
subvención económica, articulando acciones y esfuerzos a nivel intersectorial e
intergubernamental para lograr el cierre de brechas y la mejora de la calidad
de vida de su población objetivo. Antes de la pandemia, más de 84 mil usuarios
y usuarias participaron en la intervención Saberes Productivos del programa, la
cual busca, mediante estrecha coordinación con los gobiernos locales, recuperar
los conocimientos ancestrales y las prácticas tradicionales de las personas
adultas mayores y transmitirlas a las nuevas generaciones.
Con
ello los usuarios recuperan autoestima y mejoran su estado emocional, a la par
que son revalorados por sus familias y comunidades. Actualmente 457 municipios
están comprometidos con la reactivación de esta intervención. Asimismo, muchos
saberes se transforman en exitosos emprendimientos productivos que permiten a
los adultos mayores aumentar sus ingresos. Pensión 65 impulsa esos
emprendimientos a través de la articulación con entidades públicas, como el
proyecto Haku Wiñay de Foncodes, y
el programa Agro Rural del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego;
gobiernos locales y entidades privadas.
A
la fecha, 3,649 usuarios y usuarias implementan emprendimientos productivos en
crianza de animales menores, cultivos de hortalizas, artesanías, tejidos,
tallados y cocina tradicional. Destacan los emprendimientos “Café El Abuelo
Valdizano” en Huánuco, “Apu Tinka Saberes Ancestrales” en Ayacucho, ganadores
del premio “Adultos Imparables” del concurso Desafío Kunan 2020. La pandemia
del COVID-19 obligó al programa a recomponer prioridades y adecuar los
servicios.
En
medio de la emergencia sanitaria, más que nunca, Pensión 65 aplicó la empatía
para sus acciones estratégicas y, además de adelantar pagos para que los
adultos mayores no se expongan al virus, sumó la vacunación contra el COVID –
19 a las acostumbradas campañas médicas de chequeos e inmunizaciones,
operaciones de catarata y entrega de lentes, entre otros servicios médicos
logrados gracias a la articulación con el sector salud, organizaciones no
gubernamentales y gobiernos regionales y locales. Para mediados de octubre de
2021, más de 438 mil usuarios y usuarias de Pensión 65 ya habían recibido la
primera dosis de vacuna contra la COVID-19; y 388 mil la segunda dosis.

En
pandemia, los promotores de Pensión 65 han realizado, a la fecha, 300,661
visitas de acompañamiento remoto mediante llamadas telefónicas a 224,901
usuarios y usuarias para orientar cómo prevenir el coronavirus y hacer
seguimiento a comorbilidades. Así se detectaron posibles positivos que fueron
derivados al sector salud, así como casos de violencia que fueron reportados a
las instancias correspondientes. No solo eso. Siempre innovando, en el contexto
COVID-19, Pensión 65 puso en funcionamiento el aplicativo móvil Yachaq, por el
cual, de manera virtual, se puede confirmar el acceso al programa, la fecha y
el lugar de cobro de la subvención y todo lo relacionado al programa.
Y
como nunca es tarde para estudiar, muchos usuarios aprendieron a leer y a
escribir gracias a programas de alfabetización desarrollados en Piura, Lima Metropolitana, Apurímac, Cajamarca, Cusco, San Martín, La Libertad y Pasco, en
articulación con el sector educación y entidades privadas. En el 2021, Pensión
65 ha modificado sus criterios para aprobar el ingreso de nuevas personas
usuarias poniendo especial atención a las condiciones más extremas de
vulnerabilidad, dando prioridad a quienes padecen de tuberculosis o presentan
discapacidad.
Asimismo,
a los mayores de 100 años, a los que residen en el Vraem o en pueblos indígenas
u originarios, a los damnificados y a los que tienen mayor necesidad de
atención social. El programa comienza su segunda década asumiendo retos:
continuar gestionando y articulando servicios en diversos rubros para usuarias
y usuarios, y aumentar la cobertura para llegar a la mayor cantidad posible de
personas adultas mayores con necesidad de una pensión no contributiva. Pensión
65 seguirá cambiando vidas.