Josef
Quilca estudia Ingeniería Civil y una de sus metas al concluir sus estudios es
contribuir en mejorar las viviendas de su natal Mala. Es preciso recordar
que la beca cubre a los ganadores costos académicos, alimentación, movilidad
local, alojamiento (cuando corresponda), entre otros beneficios.
Cuando Josef
Quilca Castañeda regresaba del colegio, tomaba las cajas vacías de los
chicles de la tienda de su familia y realizaba su pasatiempo favorito:
construir casas de cartón. En algunas ocasiones, cuando Josef acompañaba a sus
hermanas mayores a dar sus exámenes de admisión en Lima, el pequeño quedaba
fascinado con los edificios y enormes construcciones de la ciudad, como las que
no solía ver en su natal distrito de Mala, provincia de Cañete.
“Me preguntaba: ‘¿Cómo es posible que no se caigan?’”, recuerda el talento,
quien de esa manera fue descubriendo su pasión por la Ingeniería Civil.
Con 16
años, Josef ya ha dado un gran paso para cumplir una de sus metas que es
mejorar la vivienda de su familia y las de su distrito, tras haber logrado
ingresar a la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) para estudiar
Ingeniería Civil, y haber ocupado el primer puesto en el concurso Beca de
Excelencia Académica para Hijos de Docentes 2022, del Programa Nacional
de Becas y Crédito Educativo (Pronabec) del Ministerio de Educación,
que le permitirá seguir sus estudios superiores con todos los gastos pagados
por el Estado peruano.
Es
preciso recordar que la beca cubre a los ganadores costos académicos,
alimentación, movilidad local, alojamiento (cuando corresponda), entre otros
beneficios. Para Josef, sus logros responden a su esfuerzo y al apoyo de
sus padres: Liliana y Andrés. Ambos son profesores de profesión y desde muy
niño le dedicaban tiempo para explicarle los cursos en los que él podría tener
dificultad, pero sobre todo lo motivaron a nunca rendirse y luchar por sus
sueños. “Yo soy lo que soy, y seré, gracias a mis padres, y a mis abuelos”,
dice el joven que siempre ha destacado por ser uno de los mejores de su clase
en el colegio.
También,
asegura que diversos docentes, a lo largo de su camino, le han ayudado a seguir
creciendo como persona y profesional: “Entre ellos, mi profesora de primaria Rosa
Ramos Cuya; mi profesor que me ayudó en la transición hacia la secundaria, Willy
Salazar Yaya; y el director del colegio en el que culmine mis estudios, Ángel
Coello”, comenta. Gracias a que desde muy niño ha destacado en la
escuela, razón por la que también era constantemente elegido para participar en
diversos concursos de matemáticas a nivel nacional, durante el nivel secundario
obtuvo dos becas para estudiar en colegios particulares de su distrito, en
donde lo prepararon para ingresar a la universidad.
“Cambiar
de un colegio nacional, donde siempre había estudiado, a uno particular me
chocó, y fue mi papá, docente de ciencias y tecnología, quien me ayudó a
entender mejor las clases y seguir destacando”, recuerda el talento. Apenas
terminó la secundaria, Josef logró ingresar a la UNI. Pero al tener muchas
carencias económicas, aún se sentía preocupado por cómo iba a lograr pagar los
gastos que implican permanecer en una universidad, sobre todo cuando inicien
las clases presenciales, porque, al vivir en Mala, a casi cuatro horas de la
UNI, el joven debía alquilar un cuarto cercano a su centro de estudios.
Fue
entonces cuando una de sus hermanas le comentó sobre la Beca Hijos de Docentes,
del Pronabec. “Ella se enteró a través de las redes sociales. Yo estaba
cursando mi primer ciclo de la universidad, y apenas me enteré, supe que esa
era la oportunidad que necesitaba para seguir estudiando y aliviar las
preocupaciones de mis padres”, recuerda el talento. Ya en la universidad,
Josef ha seguido cosechando triunfos, porque ha sido seleccionado para
participar en dos grupos de estudios, donde intervienen estudiantes de mayores
ciclos, que le permitirán avanzar en sus metas.
“Al
culminar mi carrera, quiero seguir un posgrado, pero mi meta mayor es ayudar
desde mi campo de estudios a mi familia. Quiero construirles una casa. Y
también a mi distrito, para que sea un referente en tener buenas edificaciones”,
dice el joven. Finalmente, Josef nos brinda un mensaje de perseverancia:
“Si tienes una meta, persiste hasta conseguirla. Y apóyate en tu familia porque
ellos pueden ser tu motivo para no rendirte, para no parar. Con esfuerzo,
lograremos lo que nos proponemos”.