viernes, 21 de julio de 2023

Roger Santiváñez presentará rescate de “Entre el paraíso y el infierno”

Santivañez -quien se desempeñó como catedrático de literatura en diversas instituciones de USA (Princeton University, Bennington College, Temple University, entre otras)- comentó que esta reedición estará a cargo de la editorial Personaje Secundario. El libro fue publicado originalmente en 1988 por el sello Asalto al Cielo.

 

El poeta peruano Roger Santivañez presentará dos novedades literarias: la quinta reedición de su poemario “El chico que se declaraba con la mirada” y una edición de rescate de su libro “Entre el paraíso y el infierno”, con el cual ganó los IV Juegos Flores de la Universidad de Piura (UDEP) en 1973 cuando era estudiante de esa casa de estudios y que hasta ahora ha permanecido inédito.

 

“El chico que se declaraba con la mirada”, considerado un libro de culto de la poesía peruana, se presentará el próximo miércoles 26 de julio a las 7:30 pm en la librería Sur (Av. Pardo y Aliaga 683, San Isidro), donde se ha programado un conversatorio con el poeta y lingüista Mario Montalbetti, quien presenta su libro “Quasar / El misterio del sueño cóncavo”. Moderará el poeta Cayre Alfaro.

 

Santivañez -quien se desempeñó como catedrático de literatura en diversas instituciones de USA (Princeton University, Bennington College, Temple University, entre otras)- comentó que esta reedición estará a cargo de la editorial Personaje Secundario. El libro fue publicado originalmente en 1988 por el sello Asalto al Cielo. Sin duda, una de las sorpresas es el poemario “Entre el paraíso y el infierno” (Ed. Cepo para Nutria), un rescate sobre sus inicios en la poesía.

 

La presentación será el viernes 4 de agosto en la librería Escena Libre (Av. Camino Real 1075, San Isidro). Este libro obtuvo el primer puesto en la categoría poesía en los IV Juegos Florales de la UDEP en 1973. En ese año, recién egresado del colegio jesuita San Ignacio de Loyola, Santiváñez era estudiante en la Facultad de Ciencias de la Información, en un campus construido en el desierto en medio de un bosque de algarrobos.

Sobre este período, Santiváñez brinda algunas luces: “Yo ingresé a la UDEP en abril de 1973. Acababa de salir del colegio de los jesuitas. Ya escribía, desde junio de 1971, estando en cuarto de media. Mi vocación se afianzó en quinto de secundaria. Cuando entré a la UDEP, ya me había definido como un poeta. Era alumno de José de Dolarea y Calvar, profesor de literatura española, quien era poeta y de algún modo representaba a la poesía en la universidad. El padre Javier Cheesman también me apoyó mucho en mi vocación poética, él era mi profesor de lengua”.

 

Recuerda que cuando escribió “Entre el paraíso y el infierno” ya era un lector voraz de poesía. “En las vacaciones de julio de 1973 me fui a Lima, allí conseguí la antología de la generación del 60 ´Los Nuevos´ hecha por Leonidas Cevallos en 1967. También leí la antología del 70 "Estos 13" hecha por JM Oviedo y seguí el curso que dictó en la UDEP Augusto Tamayo Vargas, quien llegó invitado para dar el discurso de orden en la inauguración del año académico de 1973, con quien trabé amistad”.

 

“Su curso me abrió un mundo: era sobre la poesía peruana contemporánea, desde la vanguardia de los 1920s hasta la gen del 70. Todo eso leía yo con ahínco. Y a Heraud, que lo hallé en la biblioteca de mi papá en mi casa de Santa Isabel. También leí con mucho gusto ´En los extramuros del mundo´ de Enrique Verástegui. Todo esto fue mi bagaje poético cuando emprendo la escritura de ´Entre el paraíso y el infierno´ durante 1973, y a fin de año en noviembre lo presenté a los IV Juegos Florales de la UDEP.

 

Y gané el premio de poesía, lo cual fue una muy grata sorpresa para mí y afianzó tremendamente mi opción de entregar mi vida a la poesía”. Cabe señalar que el año pasado Santiváñez presentó “El sentido de la soledad. Memorias (1961 – 2001)” con el sello editorial Random House, libro que también revela aspectos importantes de su vida y su literatura.

Trabajadoras del hogar denuncian que no les pagan gratificaciones

Solo 3 de cada 10 trabajadoras del hogar recibieron el pago por concepto de gratificación por fiestas patrias, que tenía como plazo el 15 de julio. Las integrantes de la Fentrahogarp de Lima, Callao, La Libertad, Lambayeque y Arequipa vienen participando de la campaña #Barre con la Informalidad.

 

Una reciente encuesta realizada por la Federación Nacional de Trabajadoras del Hogar Remuneradas del Perú (Fentrahogarp) a más de 100 trabajadoras del hogar de Lima y regiones, reveló que solo el 30% de ellas recibió el pago de su gratificación por fiestas patrias que debió ser abonado hasta el pasado 15 de julio, como establece la ley 31047. Dicha norma vela por el cumplimiento de los derechos de las trabajadoras y trabajadores del hogar y señala que cualquier personal de apoyo en casa contratado a tiempo completo le corresponde el pago de sus beneficios, entre ellos el pago de su gratificación correspondiente a un mes de sueldo en los meses de julio y diciembre.

 

Paulina Luza, vocera de la Fentrahogarp señaló que sólo una minoría de las trabajadoras del hogar reciben el pago de sus beneficios laborales como las gratificaciones ya que los empleadores no respetan la ley 31047 y les niegan este pago ya que lo consideran como “voluntario” o en el mejor de los casos les reconocen una parte mínima del pago que les corresponde. “Las trabajadoras vienen al sindicato diciendo que por más que les informan a sus empleadores sobre la ley y sus beneficios, solo se ríen de ellas o les dicen que no les pagarán sus beneficios porque no tienen plata. Esto se da porque no hay una fiscalización efectiva de parte de Sunafil y los empleadores le sacan la vuelta a la ley”.

 

Asimismo, la dirigente dio a conocer que al interior del país el incumplimiento de la ley es aún peor porque las trabajadoras del hogar ni siquiera son registradas por los empleadores en el portal del ministerio de Trabajo. “Al no estar registradas no existen en las cifras oficiales, es decir, no cuentan como trabajadoras formales y menos se les pagan sus beneficios o se les despiden sin sus liquidaciones”.

 

Las integrantes de la Fentrahogarp de Lima, Callao, La Libertad, Lambayeque y Arequipa vienen participando de la campaña #Barre con la Informalidad, impulsada por Abriendo Puertas OIT con la finalidad de sensibilizar e informar sobre la importancia de registrar a las trabajadoras del hogar en el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE).

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