“Ante la evidente
desconexión entre el Gobierno y los empresarios, que dificulta la resolución de
cualquier problema, se necesita un diálogo público-privado abierto y
transparente”, señaló durante la ceremonia de transferencia, que contó con la
presencia de autoridades, representantes de instituciones gremiales y la
comunidad exportadora en pleno.
En
el 2021 las exportaciones aportaron el 30% del Producto Bruto Interno y
ayudaron a generar cerca de 4 millones de empleos (directos, indirectos e
inducidos), por lo que queda claro su papel en la economía peruana; sin
embargo, los integrantes de la cadena necesitan estabilidad y paz social para
seguir sumando a la recuperación del país, manifestó el presidente de la
Asociación de Exportadores (ADEX), Julio
Pérez Alván. Fue en su discurso durante la ceremonia de transferencia, que
contó con la presencia de autoridades del sector público, representantes de
instituciones gremiales y la comunidad exportadora en pleno.
Pérez
Alván señaló no entender el proceder del Ministerio de Trabajo y de la Comisión de Trabajo del Congreso de
la República al promover iniciativas que van en contra de la creación de
empleo. “Por ejemplo, el D.S. sobre la tercerización va en contra de la
especialización del trabajo y atenta contra la reactivación de la economía que
el mismo gobierno trata de impulsar”, comentó. Este tipo de situaciones afecta
directamente a las pequeñas empresas –agregó–, va contra las cadenas
productivas y en general contra todo el tejido productivo compuesto por esos
emprendimientos en más de un 90%.

El
presidente de ADEX consideró que la política ejerce un efecto de éxito o
fracaso en todas las instituciones y el país en su conjunto. “La política y la
economía jamás pueden ir por cuerdas separadas. Ejecutar una política pro
mercado y pro generación de empleo es la diferencia entre la pobreza y la
prosperidad”, enfatizó. Añadió que el futuro del Perú depende de elegir de
forma sensata sobre los retos sociales y económicos claves como la generación
de trabajo, salud, alimentación, energía y economía circular, entre otros.
Opinó
que hoy en día existe una evidente desconexión entre el Gobierno y el sector
empresarial, la cual dificulta la resolución de cualquier conflicto en el país,
por lo que propuso iniciar un diálogo público-privado abierto y transparente,
con resultados concretos a fin de encontrar soluciones consensuadas. Por todo
ello y con el objetivo de seguir recuperando la alicaída economía peruana por
el impacto de la crisis sanitaria y política actual, Pérez Alván solicitó al
Ejecutivo impulsar medidas que fomenten las exportaciones al ser un importante
motor de crecimiento.
Una
de ellas es el impulso a las mesas ejecutivas, en las que se pueden
identificar los cuellos de botella que afectan la productividad de las
diferentes actividades o el factor que se quiera tratar de mejorar. También el
fortalecimiento de las instituciones y la importancia de tener cuadros
técnicos capacitados y trabajar de forma conjunta (Ejecutivo y empresa
privada). “Necesitamos pensar global y racionalmente y a largo plazo. El Estado
debe concebir, fomentar y aplicar políticas para el crecimiento nacional y
promover funcionarios bien calificados”, expresó.
“La
reactivación económica debe ser el tema prioritario en estos momentos. Desde
ADEX exigimos al gobierno implementar iniciativas sectoriales a fin de
desarrollar actividades con alto impacto en la generación de empleo formal,
digno y descentralizado. Perú tiene la necesidad apremiante de crear nuevos
motores que garanticen el desarrollo de todos los peruanos”, dijo.
Lamentó
que en el caso de los despachos no tradicionales solo 5 sectores hayan superado
los US$ 1,000 millones anuales, cuando otros también tienen potencial. Es el
caso del forestal –el 60% del territorio peruano son bosques y existen más de
230 especies comerciales maderables–, que solo exporta un poco más de US$ 120
millones anuales, y de la joyería –Perú es el sexto productor mundial de oro–,
con despachos en ese metal precioso que ascienden a US$ 110 millones por año.

En
ese sentido, propuso iniciar el trabajo participativo con el propósito de
elaborar el Plan Estratégico Nacional de Exportaciones 2025 – 2035 (PENX 2035),
pues mientras más temprano se analice la problemática actual, la preparación
será mucho mejor. Aseveró que el comercio exterior es el mejor ejemplo de
planificación participativa de largo plazo y con resultados. Mencionó que en
1973 las exportaciones no tradicionales sumaron US$ 126 millones vs. los US$ 16
mil 364 millones del 2021, en lo que respecta a los empleos, pasaron de 89 mil
603 (1973) a 2 millones 459 mil 111 el año pasado.
“El
Estado debe sentar las condiciones básicas de orden y paz, luchar contra el flagelo
de la corrupción, evitar la falta de coherencia entre lo que dice y hace,
evitar enfrentar a la sociedad (ricos y pobres), a la costa y la sierra; y,
principalmente enfocarse en el gran tema central: cómo nos unimos para
reactivar la economía, generar más empleo de calidad y crear una cultura que
fomente y premie el éxito”, concluyó.
En
la ceremonia se hicieron presentes los viceministros de Comercio Exterior del
Mincetur, Ana Cecilia Gervasi y de Turismo, Julia Isabel Álvarez; de Trabajo,
Edilberto Sergio Jaime y de RR.EE.,
Luis Enrique Chávez; asimismo, el past president de ADEX, Erik Fischer Llanos,
y cuatro exministros de comercio exterior, Mercedes Araoz, Raúl Diez Canseco,
Eduardo Ferreyros y Edgar Vásquez, actual director del CIEN-ADEX.