Pocos se dedican a efectuar un análisis de las cosas buenas que se hizo para buscar superarlas y también de las otras, para no volver a repetirlas. Llega el 2008 y los abrazos deben ser para unir fuerzas y pensar en el bienestar de todos. No sólo de los que nos representan en el gobierno o tienen la suerte de desempeñar una función pública.Por: Freddy Gálvez Delgado
Vísperas del 2008. Falta muy poco para decir adiós al 2007 para siempre. Los días buenos o malos experimentados ya no vendrán jamás. Quedarán sólo en el recuerdo. En estos momentos, gran parte de las personas piensa en la mejor forma de recibir al año venidero. Y no les falta razón. Lástima que esa preocupación quede únicamente en el brindis, la mejor fiesta para acudir a bailar y “tomar licor hasta cuanto puedas…”, como dice una vulgar propaganda radial.
Otros auspiciadores ofertan pavo al horno, cotillón importado, uvas, amplios escenarios, pantallas gigantes y “sillas forradas” (la frase es textual). Todo está muy bien. Al final queda el gusto de “haber recibido bien el Año Nuevo”, aunque quede el cuerpo maltratado y los bolsillos con hueco. Nadie. O casi nadie, dedica siquiera un momento a cerrar el año y empezar el otro con la perspectiva de una nueva visión de la vida.
Pocos se dedican a efectuar un análisis de las cosas buenas que se hizo para buscar superarlas y también de las otras, para no volver a repetirlas. Llega el 2008 y los abrazos deben ser para unir fuerzas y pensar en el bienestar de todos. No sólo de los que nos representan en el gobierno o tienen la suerte de desempeñar una función pública. A propósito de los aguinaldos frondosos.
Que los deseos sean de servir y ayudar a superarse a las grandes mayorías marginadas y condenadas a la postración. Y las promesas corresponden a cada uno de nosotros. A intentar siquiera ser ciudadanos y trabajadores honrados, justos, respetuosos, sinceros y responsables. Con eso basta. No se necesita más. Hay países desarrollados donde se cree en la palabra de quien nos habla. Porque se sabe que dice la verdad. El mentiroso es rechazado de plano.
Olvidemos el odioso criterio paternal de condonar o disminuir las multas con la falsa creencia de “dar facilidades para el pago”. Con medidas de ese tipo contribuimos formar sociedades sosas e irresponsables. Condenadas al atraso permanente. Las autoridades y los funcionarios deben desempeñar su función a cabalidad y exigir el cumplimiento de las normas. Mejor, si van en beneficio de la colectividad.
El champagne y los festejos son apenas por un instante. Las formas correctas de comportamiento perduran y se caracterizan por dar el signo o toque distintivo a las naciones. Pongámoslas en práctica. Hagámonos la promesa de cambiar. Una generación de jóvenes y niños vienen tras de nosotros. Seamos su mejor ejemplo. Ellos merecen un mundo mejor…¡Feliz Año Nuevo 2008…!

En el evento participaron los representantes de los principales medios de comunicación que enfocaron la problemática de inseguridad ciudadana, que se ha incrementado alarmantemente en los últimos meses, y plantearon alternativas en la cual se compromete la participación de la sociedad civil y la empresa privada. La ceremonia de premiación se realizó recientemente en la sede protocolar del Gobierno Regional de La Libertad, donde estuvieron presentes las principales autoridades y empresas que apoyaron el evento.
Asimismo, se aprovechó la oportunidad para brindar un merecido reconocimiento al Arzobispo Metropolitano de Trujillo y Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, Mons. Héctor Miguel Cabrejos Vidarte quien fue incorporado como miembro honorario del Colegio de Periodistas y se oficializó la colegiatura de los colegas Lourdes Cerna Cerna, Jorge Zavaleta Mundaca, Roger Castillo Díaz, Edgar Iparraguirre Bocanegra, Renato Ronquillo Amaya, Miguel Álvarez Carrasco, Roger Montealegre Barrientos, José Orillo Puga y Jhonny Aurazo Murrugarra.