El
pescado es considerado unas de las proteínas más sanas y sostenibles del
planeta. Su huella ambiental es reducida en contraste con sectores. La empresa
resaltó el potencial del Perú en este sector, tanto por su productivo mar como
por su industria pesquera, la cual es vital para el desarrollo de la
acuicultura.
La pesca
y la acuicultura son la base para garantizar la seguridad alimentaria del mundo
al 2050, año en el que la población global llegaría a cerca de 10 mil millones
de personas según las Naciones Unidas, de las 7.5 mil millones de la
actualidad, situación que requerirá de la producción de alimentos de alto valor
nutricional, con menor huella ambiental. Así lo indicó Gonzalo de Romaña,
CEO de pesquera TASA, en el marco del Día Mundial de la Pesca,
que se celebra el 21 de noviembre, al señalar que la respuesta a esta
necesidad está en el mar y la acuicultura, pues el pescado es considerado una
de las proteínas más sanas y, al mismo tiempo, una de las más sostenibles del
planeta.
“La
necesidad en el mundo en los siguientes 25 años pasará por una proteína
nutritiva y sobre todo producida de manera sostenible. Perú y su industria de ingredientes
marinos juegan un rol muy importante en la acuicultura, un sector que cuenta
con una huella ambiental reducida en contraste con otros sectores”, señaló. La
acuicultura se ha convertido en el principal mercado para el uso de harina y
aceite de pescado, con más del 70% de su producción utilizados en alimentos
acuícolas en todo el mundo.
Según
estimaciones de The Marine Ingredients Organisation (IFFO), con una
tonelada de pescado como la anchoveta, es posible producir siete toneladas de
pescado cultivado para el consumo humano, generando un efecto sumamente
positivo para la seguridad alimentaria mundial. El Perú es el productor más
grande del mundo de harina y aceite de pescado. Así, nuestro país representa
entre el 20% y el 25% del suministro mundial anual de estos productos que son
la base de la alimentación para la crianza o cultivo de especies acuáticas de
consumo humano, como por ejemplo el salmón o la trucha.
Asimismo,
nuestro país cuenta con una gestión pesquera industrial reconocida internacionalmente
por sus prácticas sostenibles, en particular por la pesca de anchoveta. Ello ha
sido destacado recientemente por el Índice de Desempeño Ambiental 2022,
elaborado por las universidades Yale y Columbia, que evalúa a 132 países. El
Perú se posiciona en la ubicación N° 11 del ranking general entre 135 países,
superando a naciones como Noruega (16), Chile (59), EE. UU. (80), España (85),
entre otros. Nuestro país es además el 4to del mundo en cuanto a población de
peces, dando una visión positiva sobre la salud de la biodiversidad y
ecosistemas marinos.
A ello se
suma el importante impacto económico que tiene la industria pesquera para el
país, al generar 700 mil puestos de trabajo directo e indirecto, y representar
alrededor del 2.5% del Producto Bruto Interno (PBI) nacional al 2021. Además,
las exportaciones de harina y aceite de pescado representan ingresos al país
por más de US$ 2,300 millones. Actualmente, el sector pesquero industrial viene
esperando la resolución del Ministerio de la Producción (Produce) para el
inicio de la segunda temporada de pesca de anchoveta en la zona norte-centro
del litoral.
El Día
Mundial de la Pesca fue creado en el año 1998, en homenaje a las comunidades
pesqueras de todo el mundo, con el propósito de destacar la importancia de su
actividad para la vida humana. La meta principal de esta conmemoración es
apoyar la pesca sostenible y los ecosistemas marinos saludables, como elemento
clave de los Objetivos Mundiales de la Organización de las Naciones Unidas
para el Medio Ambiente.