En cada una de las estaciones hubo un altar y se recordó el camino de Cristo con la cruz a cuestas hacia el Calvario. La cuarta estación de la Vía dolorosa fue la escena más conmovedora de este caminar, en donde se contempló, una vez más, al Mesías encontrándose con su Madre, la Virgen María.
Esta tarde, los fieles de todas las parroquias de la Arquidiócesis de Trujillo acompañaron con fervor el Vía Crucis arquidiocesano presidido por nuestro Arzobispo, Mons. Miguel Cabrejos Vidarte OFM, junto a su Obispo Auxiliar, Mons. Javier Travieso Martín CMF., además de los sacerdotes, religiosos, religiosas, seminaristas que colmaron nuestra Plaza de Armas. A las 16:00 horas (21:00 GMT) se dio inicio con cantos de animación a cargo del Ministerio de Música de la Renovación Carismática.
A las 17:00 horas salió de la Catedral la sagrada imagen del Señor de la Misericordia de Moche. En cada una de las estaciones hubo un altar y se recordó el camino de Cristo con la cruz a cuestas hacia el Calvario. La cuarta estación de la Vía dolorosa fue la escena más conmovedora de este caminar, en donde se contempló, una vez más, al Mesías encontrándose con su Madre, la Virgen María, sagrada imagen de la Virgen Dolorosa de Moche.
Esta tarde, los fieles de todas las parroquias de la Arquidiócesis de Trujillo acompañaron con fervor el Vía Crucis arquidiocesano presidido por nuestro Arzobispo, Mons. Miguel Cabrejos Vidarte OFM, junto a su Obispo Auxiliar, Mons. Javier Travieso Martín CMF., además de los sacerdotes, religiosos, religiosas, seminaristas que colmaron nuestra Plaza de Armas. A las 16:00 horas (21:00 GMT) se dio inicio con cantos de animación a cargo del Ministerio de Música de la Renovación Carismática.
A las 17:00 horas salió de la Catedral la sagrada imagen del Señor de la Misericordia de Moche. En cada una de las estaciones hubo un altar y se recordó el camino de Cristo con la cruz a cuestas hacia el Calvario. La cuarta estación de la Vía dolorosa fue la escena más conmovedora de este caminar, en donde se contempló, una vez más, al Mesías encontrándose con su Madre, la Virgen María, sagrada imagen de la Virgen Dolorosa de Moche.
“Hermanos y hermanos, que nuestra mirada hacia la cruz sea sosegada y contemplativa, recordando al crucificado que no hizo alarde de su categoría de Dios, sino que tomó la condición de esclavo, para darle una palabra de aliento a cualquiera que sufra abatimiento por sus pecados. Acompañemos brindando mucha devoción la Pasión de nuestro Señor Jesucristo”, invitó el Arzobispo.
Además, Mons. Cabrejos Vidarte, ofreció este vía crucis por las víctimas de los desastres naturales ocurridos en los últimos meses como el terremoto en Haití, las inundaciones en Cusco, y el terremoto desolador en Chile. Asimismo, pidió por la defensa de la vida, desde su concepción hasta la muerte natural y, en este Año Sacerdotal, imploró de manera especial al Sumo y Eterno Sacerdote, por los presbíteros de nuestra Arquidiócesis y del mundo.
El programa litúrgico de Semana Santa continuará con diferentes ceremonias religiosas, donde podemos encontrar, la misa Crismal de renovación de promesas sacerdotales, el Miércoles Santo, a las 11:00 de la mañana, en la Basílica Catedral. Asimismo, la visita a los siete monumentos Eucarísticos, el jueves a las 9:00 de la noche, el Sermón de las siete palabras, el viernes a las 12 del mediodía, la Proclamación del Pregón Pascual, el sábado a las 9:00 de la noche, y la celebración Eucarística del Domingo de Resurrección.
Además, Mons. Cabrejos Vidarte, ofreció este vía crucis por las víctimas de los desastres naturales ocurridos en los últimos meses como el terremoto en Haití, las inundaciones en Cusco, y el terremoto desolador en Chile. Asimismo, pidió por la defensa de la vida, desde su concepción hasta la muerte natural y, en este Año Sacerdotal, imploró de manera especial al Sumo y Eterno Sacerdote, por los presbíteros de nuestra Arquidiócesis y del mundo.
El programa litúrgico de Semana Santa continuará con diferentes ceremonias religiosas, donde podemos encontrar, la misa Crismal de renovación de promesas sacerdotales, el Miércoles Santo, a las 11:00 de la mañana, en la Basílica Catedral. Asimismo, la visita a los siete monumentos Eucarísticos, el jueves a las 9:00 de la noche, el Sermón de las siete palabras, el viernes a las 12 del mediodía, la Proclamación del Pregón Pascual, el sábado a las 9:00 de la noche, y la celebración Eucarística del Domingo de Resurrección.
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