Acción
forma parte del Plan Multisectorial ante Heladas y Friaje 2022-2024 que
promueve el Gobierno, con el objetivo de proteger a la población y sus medios
de vida. Este cultivo en fitotoldo o invernadero contribuye a la seguridad
alimentaria de personas vulnerables de zonas altoandinas, que complementan con
vegetales, y carne de cuy.
En el
marco del Plan Multisectorial ante Heladas y Friaje 2022-2024, el Ministerio
de Desarrollo e Inclusión Social (Midis), a través del proyecto Haku
Wiñay (Vamos a crecer) del programa nacional Foncodes, capacita a
las familias en el cultivo de hortalizas y frutales utilizando la tecnología de
fitotoldo o invernadero, en zonas altoandinas ubicadas a más de 3,500 metros de
altitud afectadas por las heladas. Esto permite a las usuarias y usuarios de
Haku Wiñay disponer de hortalizas frescas durante todo el año.
Entre
estas hortalizas figuran tomate, cebollas, col, coliflor, repollo, pepino,
zanahoria, alcachofa, betarraga, acelga, apio, calabaza, zapallo, y frutales
(fresa, melón, sandía), las mismas que sería imposible obtener en huertos a
campo abierto, por el clima inhóspito. Con esta intervención se demuestra que
es posible la agricultura en pequeños invernaderos, en las zonas frías de los
andes propensas a heladas, sequías y granizadas, ya que se genera un clima
cálido, propicio y controlado que favorece la precosidad de cultivos.
La
tecnología del fitotoldo, al ser un ambiente cerrado, regula las condiciones
técnicas y ambientales (temperatura, humedad relativa y luminosidad), lo que
facilita el cultivo de especies susceptibles al frío extremo, como las
hortalizas y frutales, originarias de zonas bajas. Este cultivo en fitotoldo o
invernadero contribuye a la seguridad alimentaria de las personas vulnerables
de zonas altoandinas, ya que complementa, con vegetales, el consumo de carne de
cuy.
Estos
ambientes cerrados, con techos y contornos transparentes, facilitan el ingreso
de los rayos solares y la acumulación del calor, de tal manera que, la
temperatura al interior, será siempre favorable frente a los descensos durante
la noche o madrugada, especialmente en época de invierno. Para construir un
fitotoldo se comienza con una estructura de soporte de madera o metal y una
cubierta que puede ser polietileno transparente, policarbonato o vidrios, que
lo cubrirá por los cuatro costados y el techo.
Así
retiene y mantiene en su interior una buena parte de la temperatura proveniente
del calor del sol. Además, se recomienda instalar riego por goteo, en vez de
riego por aspersión. Una forma efectiva de ahorrar agua y mano de obra, así
como de conservar las paredes. Entre el 2016 al 2022, Foncodes, a través de sus
Unidades Territoriales, ha construido 35 948 fitotoldos en zonas altoandinas de
los departamentos de Piura (1443), Chiclayo (122), Cajamarca
(579), Trujillo (1285), Ayacucho (5025), Huánuco (2026), Junín
(543).
Asimismo,
Áncash (2291), Moquegua (135), Lima (430), Huancavelica
(1498), Pasco (742), Cusco (2044), Arequipa (305), Puno
(14 365), Apurímac (2897) y Tacna (218). Desde el Midis, a través
del proyecto Haku Wiñay, se llega directamente a las familias promoviendo el
desarrollo de capacidades mediante la capacitación y asistencia técnica bajo la
metodología “aprender haciendo” con el acompañamiento permanente de los
yachachiq, llamados ‘maestros del campo’, quienes trasmiten conocimientos “de
campesino a campesino”.
El Plan
Multisectorial ante Heladas y Friaje 2022-2024 tiene el objetivo de reducir la
vulnerabilidad de las personas frente a los fenómenos de heladas y friaje, por
medio del accionar articulado del Estado y el diseño e implementación de
estrategias, dirigidas a reducir el riesgo en territorios priorizados. De esta
manera, se busca proteger la integridad física de la población, así como de sus
medios de vida.
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