MILITAR PERUANO DIRIGIRÁ TROPAS DE PACIFICACIÓN DE LA ONU EN CHIPRE

“Estoy llevando seis botellas de pisco para hacer firmar a los turcos y griegos la paz”, bromea el contraalmirante Mario Sánchez Debernardi. El marino peruano, integrante de los famosos “Boinas Azules”, anteriormente estuvo en Namibia (África) como observador de las Fuerzas de Paz de la ONU.

El Contralmirante Mario Sánchez Debernardi, destacado oficial superior de la Marina de Guerra del Perú e integrante de los famosos “Boinas Azules” –fuerzas especiales de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) encargadas de velar por la pacificación de países en conflicto- fue designado como comandante general de las tropas que operan en Chipre. Al militar peruano le esperan dos años como comandante de la Fuerza de las Naciones Unidas para el Mantenimiento de la Paz en Chipre (Unficyp), cargo en el que reemplazará al general argentino Rafael José Barni, quien estuvo al mando de los últimos dos años.

Sánchez tendrá a su cargo a 860 efectivos provenientes de 10 países. Será el único peruano de ese equipo de peace keepers (pacificadores) de la ONU, reconocidos por sus boinas azules. Es la primera vez que un oficial peruano es nombrado, tras un proceso de selección, como comandante de fuerzas de paz por tanto tiempo. El general de brigada Luis Block Urban fue comandante de las operaciones de mantenimiento de paz para el referendo en el Sahara Occidental (Minurso), de abril a setiembre de 1992.

“Las Fuerzas Armadas peruanas son muy valoradas por el Departamento de Operaciones de Paz de la ONU. Involucramos personal profesional, porque estas misiones son una labor muy delicada y un soldado inexperto podría hacerlas fracasar. Igual, a nivel de oficiales, vamos de teniente para arriba, con oficiales cuajados y experiencia en comando de tropa”, explica el infante de marina. En febrero fue nombrado por el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, comandante de fuerza en Chipre.

Primero tuvo que pasar por un riguroso proceso de selección. No fue fácil. A nivel local, compitió con un general de brigada del Ejército, para representar a las Fuerzas Armadas peruanas. Luego, con otros 19 oficiales candidatos de distintos países que fueron evaluados por el Departamento de Operaciones de Paz de la ONU. Recuerda que el último punto fue una prolongada entrevista telefónica, en inglés, con cuatro altos funcionarios de la ONU. Le dijeron que en una semana le darían la respuesta.

Parece que la competencia con los otros preseleccionados (un militar argentino, otro brasileño y un centroamericano) fue dura, porque recién a los 12 días le confirmaron su designación. Hace dos semanas, Sánchez estuvo en Nueva York, donde recibió instrucciones del Departamento de Operaciones de la Paz, y se entrevistó con el general argentino Barni, quien le dio valiosa información para la labor que realizará.

Anteriormente estuvo en Namibia

Pero esta no es la primera vez que el militar peruano participa en labores para las Naciones Unidas. De 1989 a 1990, junto con otros 19 oficiales peruanos, fue observador militar en la nación africana de Namibia, ha pedido del entonces secretario general de la ONU, Javier Pérez de Cuéllar. Entonces en Namibia había una situación muy conflictiva, con muchos actores, dentro del territorio estaba el ejército de Namibia, el de Sudáfrica y una guerrilla comunista; y en la vecina Angola había un ejército de 50 mil cubanos.

Pero fue “un período muy rico”, explica Sánchez: “Fue muy interesante, porque la ONU y el componente militar cumplimos diferentes tareas: primero separamos fuerzas, después verificamos su desarme, y apoyamos a los civiles para que retornen desde Angola. La misión de 12 meses terminó con la redacción de su Constitución Política, un proceso electoral y la elección de su presidente”. (Tomado de Andina)