El Arzobispo Metropolitano de Trujillo, Mons. Héctor Miguel Cabrejos Vidarte, manifestó claro y conmovido- durante su homilía- que, "Es duro y doloroso para todos aquí en la tierra, la partida de nuestra hermana, pero, a la vez, es el deseo final del encuentro con el Señor" –agregó.
Este fin de semana no pudo ser más triste para la Iglesia Católica y la familia franciscana: Falleció la Madre Superiora de la comunidad que dirige la Institución Educativa La Inmaculada Concepción, Sor, Sarita Salazar Salazar. La ceremonia fúnebre fue presidida por el Arzobispo Metropolitano de Trujillo y Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, Mons. Héctor Miguel Cabrejos Vidarte, OFM (perteneciente a esta familia), en la capilla del mencionado Centro Educativo.
Los actos fúnebres congregaron a toda la comunidad estudiantil de los colegios religiosos y familia franciscana residente en Trujillo, unidos en un solo y profundo dolor. El Arzobispo manifestó claro y conmovido- durante su homilía- que, "Es duro y doloroso para todos aquí en la tierra, la partida de nuestra hermana, pero, a la vez, es el deseo final del encuentro con el Señor" –agregó, además- "No hay ser humano que no haya de morir en la tierra, pues todos seguiremos ese camino, porque solo Dios tiene la llave de la existencia humana".
Finalizó diciendo: "Hermanos: Tenemos que estar preparados para ese día, y la única manera es amando a Dios, significándose en no hacer daño a nadie", señaló el pastor. En las postrimerías de la celebración Eucarística, el celebrante procedió a bendecir el féretro con los restos de la hermana, Sarita Salazar, preparando su cuerpo para las exequias -el momento de la devolución a la tierra, de la que fue hecha- rogando a Dios para que su alma se eleve hacia él.
Por último, el cortejo féretro fue retirado con lagrimas, y entre hombros por las religiosas de su congregación hasta el frontis de la Institución Educativa, seguidas de docentes y alumnas. Finalmente, se trasladó el ataúd, en carroza, hasta el cementerio Parque Eterno para darle cristiana sepultura. Sor, Sarita Salazar, natural de Camaná (Arequipa), llegó hace ocho años a Trujillo, finalizando su misión evangelizadora a los 63 años. ¡Descansa en paz, Sarita Salazar Salazar!
Este fin de semana no pudo ser más triste para la Iglesia Católica y la familia franciscana: Falleció la Madre Superiora de la comunidad que dirige la Institución Educativa La Inmaculada Concepción, Sor, Sarita Salazar Salazar. La ceremonia fúnebre fue presidida por el Arzobispo Metropolitano de Trujillo y Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, Mons. Héctor Miguel Cabrejos Vidarte, OFM (perteneciente a esta familia), en la capilla del mencionado Centro Educativo.
Los actos fúnebres congregaron a toda la comunidad estudiantil de los colegios religiosos y familia franciscana residente en Trujillo, unidos en un solo y profundo dolor. El Arzobispo manifestó claro y conmovido- durante su homilía- que, "Es duro y doloroso para todos aquí en la tierra, la partida de nuestra hermana, pero, a la vez, es el deseo final del encuentro con el Señor" –agregó, además- "No hay ser humano que no haya de morir en la tierra, pues todos seguiremos ese camino, porque solo Dios tiene la llave de la existencia humana".
Finalizó diciendo: "Hermanos: Tenemos que estar preparados para ese día, y la única manera es amando a Dios, significándose en no hacer daño a nadie", señaló el pastor. En las postrimerías de la celebración Eucarística, el celebrante procedió a bendecir el féretro con los restos de la hermana, Sarita Salazar, preparando su cuerpo para las exequias -el momento de la devolución a la tierra, de la que fue hecha- rogando a Dios para que su alma se eleve hacia él.
Por último, el cortejo féretro fue retirado con lagrimas, y entre hombros por las religiosas de su congregación hasta el frontis de la Institución Educativa, seguidas de docentes y alumnas. Finalmente, se trasladó el ataúd, en carroza, hasta el cementerio Parque Eterno para darle cristiana sepultura. Sor, Sarita Salazar, natural de Camaná (Arequipa), llegó hace ocho años a Trujillo, finalizando su misión evangelizadora a los 63 años. ¡Descansa en paz, Sarita Salazar Salazar!
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