El obispo, durante su homilía, recordó a los nuevos sacerdotes y diáconos que Dios los ha llamado para ser pastores de sus ovejas y dar la vida por él. La autoridad eclesiástica agregó: "ser hijo de dios no significa llevar el nombre, sino ponerlo en práctica" puntualizó nuestro pastor.
"Dios nos ha enviado para ser pastores de sus ovejas y demos la vida por él", dijo nuestro pastor, el Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, Mons. Miguel Cabrejos Vidarte, OFM, durante la Homilía, en la Santa Eucaristía de Ordenación Sacerdotal y Diaconal. Antes del Rito de Ordenación el Rector y el Vicario General hicieron el llamado de los candidatos a las órdenes, los que fueron desfilando uno por uno hacia el altar.
Se cantaron las Letanías, mientras los candidatos en señal de entrega a Dios se postraban. Después de la imposición de manos se procedió a la Oración de Consagración y se continúo con la Unción de sus manos con el Sagrado Crisma. Por último, se hizo entrega de lo Vasos Sagrados: Cáliz con el vino y Patena con la Hostia. El obispo, durante su homilía, recordó a los nuevos sacerdotes y diáconos que Dios los ha llamado para ser pastores de sus ovejas y dar la vida por él.
La autoridad eclesiástica agregó: "ser hijo de dios no significa llevar el nombre, sino ponerlo en práctica" puntualizó nuestro pastor. Finalizada la Ceremonia, los nuevos diáconos y sacerdotes recibieron las felicitaciones-algunas entre lágrimas – de sus familiares. "hijo mío que el Espíritu Santo recaiga sobre ti", dijo una emocionada madre.
"Dios nos ha enviado para ser pastores de sus ovejas y demos la vida por él", dijo nuestro pastor, el Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, Mons. Miguel Cabrejos Vidarte, OFM, durante la Homilía, en la Santa Eucaristía de Ordenación Sacerdotal y Diaconal. Antes del Rito de Ordenación el Rector y el Vicario General hicieron el llamado de los candidatos a las órdenes, los que fueron desfilando uno por uno hacia el altar.
Se cantaron las Letanías, mientras los candidatos en señal de entrega a Dios se postraban. Después de la imposición de manos se procedió a la Oración de Consagración y se continúo con la Unción de sus manos con el Sagrado Crisma. Por último, se hizo entrega de lo Vasos Sagrados: Cáliz con el vino y Patena con la Hostia. El obispo, durante su homilía, recordó a los nuevos sacerdotes y diáconos que Dios los ha llamado para ser pastores de sus ovejas y dar la vida por él.
La autoridad eclesiástica agregó: "ser hijo de dios no significa llevar el nombre, sino ponerlo en práctica" puntualizó nuestro pastor. Finalizada la Ceremonia, los nuevos diáconos y sacerdotes recibieron las felicitaciones-algunas entre lágrimas – de sus familiares. "hijo mío que el Espíritu Santo recaiga sobre ti", dijo una emocionada madre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario