Hombre culto, sencillo y sensible, no se inmuta al declarar que en el Perú se requiere una verdadera revolución cultural. “El gobierno actual es anticultural y encima pretenden crear un ministerio de cultura. Realmente no sé para qué”, afirma categóricamente, como una declaración de principios, por convicción. (Fotos: Alfredo Allaín Santisteban)
Por: Nivardo Córdova Salinas
nivardo.cordova@gmail.com
El pintor Oscar Allaín Cottera, uno de los artistas plásticos más importantes del Perú, realizará una “clase maestra”, es decir una muestra en vivo y en directo de su proceso creativo, este sábado 18 de octubre a partir de las tres de la tarde en la Casona de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, escenario donde actualmente expone una serie de trabajos realizados durante más de medio siglo de trayectoria plástica. Allaín es un pintor peruanista por excelencia, como lo demuestran sus cuadros de trazos vigorosos y colores encendidos, donde los temas frecuentes son las jaranas criollas con guitarra y cajón.
O también pescadores artesanales, vendedoras del mercado, picanterías, floristas, ambulantes, danzantes de marinera, vals o polka, así como los antiguos paseos a Amancaes y paisajes urbanos y rurales de la costa, sierra y selva, en especial las ciudades de Piura y Chiclayo, esta última donde el pintor señala que descubrió su vocación y sus motivos pictóricos.
En suma, los temas centrales del pintor Allaín son el Perú y los peruanos como queda demostrado en la muestra titulada “Homenaje” en la Casona de San Marcos, donde el artista hará este sábado una demostración de su trabajo y absolverá las preguntas del público, por su puesto, con entrada totalmente gratuita. Ángel Chávez Achong, curador de dicha muestra, -integrada por cuadros pertenecientes a la colección de William y Cristina Kalop-, ha dicho que Allaín “ha optado por el realismo social para expresar la contemporaneidad del ser peruano”.
Su casi mítico taller, ubicado en la calle Succha, en el corazón del distrito de Breña, es además de un templo del arte peruano, un centro de energía creativa, pues allí –además de su diario trabajo creativo con los pinceles, los óleos y las telas, se reunió y lo sigue haciendo con sus amigos intelectuales, compositores criollos, músicos y artistas plásticos. Entre los compañeros de ruta de Allaín figuran los pintores Ángel Chávez, Juan Manuel Ugarte Eléspuru, Teodoro Núñez Ureta, Víctor Humareda, Tilsa Tsuchiya (con quien alguna vez salió a pintar al aire libre).
De igual manera, los poetas Martín Adán, Nicanor de la Fuente (Nixa), César Calvo, Juan Gonzalo Rose, Francisco Bendezú, Félix Puescas Montero o José Watanabe; periodistas como César Lévano, novelistas como Manuel Scorza y compositores criollos de la talla de su compadre Luis Abelardo Takahasi Núñez (autor del famoso vals “Ansias” y la marinera “Sacachispas”), Manuel Acosta Ojeda o Carlos Hayre.
“Ellos son, hasta ahora, como mis hermanos. Soy afortunado por haber tenido y tener buenos amigos, todos ellos artistas que siempre trataron de retratar al Perú. Sin embargo también amo confundirme con los llamados peruanos anónimos, con los carretilleros y ambulantes, las vivanderas, los pescadores, porque en ellos encuentro una gran riqueza humana”, afirma el creador, heredero de la impronta de pintores nacionales como Pancho Fierro o José Sabogal, por citar sólo dos casos.
La conversación con el artista en su espacio íntimo fluye con naturalidad, en medio de sus cuadros, fotografías, recortes y afiches donde la figura principal es su fallecida esposa Yolanda Santisteban Vásquez, a quien evoca como “el amor de mi vida”; pero también estampas del compositor peruano Felipe Pinglo, autor de temas imprescindibles del cancionero peruano como “El huerto de mi amada” y “El plebeyo”, entre otros. La música de fondo en el taller de Allaín, siempre es un vals.
Hombre culto, sencillo y sensible, no se inmuta al declarar que en el Perú se requiere una verdadera revolución cultural. “El gobierno actual es anticultural y encima pretenden crear un ministerio de cultura. Realmente no sé para qué”, afirma categóricamente, como una declaración de principios, por convicción, sin importarle que estas opiniones puedan poner en riesgo la pensión vitalicia que, según fuentes fidedignas, el Estado peruano alista para el octogenario artista, que anteriormente ha recibido la condecoración de las Palmas Magisteriales en el grado de Gran Maestro.
“Si alguien me pregunta cuál considero que es mi aporte a la plástica peruana, con toda humildad afirmo que mi legado mayor es el amor por lo nuestro, porque mi pintura es testimonial”, afirma Oscar Allaín. Le creemos absolutamente.
Por: Nivardo Córdova Salinas
nivardo.cordova@gmail.com
El pintor Oscar Allaín Cottera, uno de los artistas plásticos más importantes del Perú, realizará una “clase maestra”, es decir una muestra en vivo y en directo de su proceso creativo, este sábado 18 de octubre a partir de las tres de la tarde en la Casona de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, escenario donde actualmente expone una serie de trabajos realizados durante más de medio siglo de trayectoria plástica. Allaín es un pintor peruanista por excelencia, como lo demuestran sus cuadros de trazos vigorosos y colores encendidos, donde los temas frecuentes son las jaranas criollas con guitarra y cajón.
O también pescadores artesanales, vendedoras del mercado, picanterías, floristas, ambulantes, danzantes de marinera, vals o polka, así como los antiguos paseos a Amancaes y paisajes urbanos y rurales de la costa, sierra y selva, en especial las ciudades de Piura y Chiclayo, esta última donde el pintor señala que descubrió su vocación y sus motivos pictóricos.
En suma, los temas centrales del pintor Allaín son el Perú y los peruanos como queda demostrado en la muestra titulada “Homenaje” en la Casona de San Marcos, donde el artista hará este sábado una demostración de su trabajo y absolverá las preguntas del público, por su puesto, con entrada totalmente gratuita. Ángel Chávez Achong, curador de dicha muestra, -integrada por cuadros pertenecientes a la colección de William y Cristina Kalop-, ha dicho que Allaín “ha optado por el realismo social para expresar la contemporaneidad del ser peruano”.
Su casi mítico taller, ubicado en la calle Succha, en el corazón del distrito de Breña, es además de un templo del arte peruano, un centro de energía creativa, pues allí –además de su diario trabajo creativo con los pinceles, los óleos y las telas, se reunió y lo sigue haciendo con sus amigos intelectuales, compositores criollos, músicos y artistas plásticos. Entre los compañeros de ruta de Allaín figuran los pintores Ángel Chávez, Juan Manuel Ugarte Eléspuru, Teodoro Núñez Ureta, Víctor Humareda, Tilsa Tsuchiya (con quien alguna vez salió a pintar al aire libre).
De igual manera, los poetas Martín Adán, Nicanor de la Fuente (Nixa), César Calvo, Juan Gonzalo Rose, Francisco Bendezú, Félix Puescas Montero o José Watanabe; periodistas como César Lévano, novelistas como Manuel Scorza y compositores criollos de la talla de su compadre Luis Abelardo Takahasi Núñez (autor del famoso vals “Ansias” y la marinera “Sacachispas”), Manuel Acosta Ojeda o Carlos Hayre.
“Ellos son, hasta ahora, como mis hermanos. Soy afortunado por haber tenido y tener buenos amigos, todos ellos artistas que siempre trataron de retratar al Perú. Sin embargo también amo confundirme con los llamados peruanos anónimos, con los carretilleros y ambulantes, las vivanderas, los pescadores, porque en ellos encuentro una gran riqueza humana”, afirma el creador, heredero de la impronta de pintores nacionales como Pancho Fierro o José Sabogal, por citar sólo dos casos.
La conversación con el artista en su espacio íntimo fluye con naturalidad, en medio de sus cuadros, fotografías, recortes y afiches donde la figura principal es su fallecida esposa Yolanda Santisteban Vásquez, a quien evoca como “el amor de mi vida”; pero también estampas del compositor peruano Felipe Pinglo, autor de temas imprescindibles del cancionero peruano como “El huerto de mi amada” y “El plebeyo”, entre otros. La música de fondo en el taller de Allaín, siempre es un vals.
Hombre culto, sencillo y sensible, no se inmuta al declarar que en el Perú se requiere una verdadera revolución cultural. “El gobierno actual es anticultural y encima pretenden crear un ministerio de cultura. Realmente no sé para qué”, afirma categóricamente, como una declaración de principios, por convicción, sin importarle que estas opiniones puedan poner en riesgo la pensión vitalicia que, según fuentes fidedignas, el Estado peruano alista para el octogenario artista, que anteriormente ha recibido la condecoración de las Palmas Magisteriales en el grado de Gran Maestro.
“Si alguien me pregunta cuál considero que es mi aporte a la plástica peruana, con toda humildad afirmo que mi legado mayor es el amor por lo nuestro, porque mi pintura es testimonial”, afirma Oscar Allaín. Le creemos absolutamente.
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