ARZOBISPO CELEBRÓ MISA DE FIESTA EN OTUZCO

Mons. Cabrejos Vidarte, dijo durante su homilía que el amor a la Virgen María, debe ser manifestado con fe por todos nosotros. "La Virgen María, Virgen Santísima, Madre de Dios es el privilegio maravilloso. Caminemos en nuestra vida hacia Maria como lo hacen ustedes, de manera especial con fe en esta peregrinación”, señaló.

En medio de una multitudinaria feligresía católica, llegada desde diferentes puntos de la ciudad y del país, el Arzobispo Metropolitano de Trujillo y Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, Mons. Héctor Miguel Cabrejos Vidarte, OFM, presidió la Santa Misa de fiesta en honor a la Virgen de la Puerta de Otuzco, en el templo parroquial de "La Inmaculada Concepción" de esta ciudad.

El amor religioso que reinaba en el templo de oración, producido por todos los fieles devotos se manifestó cantando con lo brazos en alto al momento que ingresaba nuestro pastor para celebrar la Santa Eucaristía. El prelado, retribuyó ese carisma, derramando bendiciones a su paso hasta llegar al altar mayor. Acompañado del párroco de la ciudad, R.P Oscar Murillo, el arzobispo subió hacia el sagrario de la "Mamita" -llevando entre sus manos el tríbulo- para incensar a la Sagrada Imagen de la Virgen de la Puerta.
Mons. Cabrejos Vidarte, dijo durante su homilía que el amor a la Virgen María, debe ser manifestado con fe por todos nosotros. "La Virgen María, Virgen Santísima, Madre de Dios es el privilegio maravilloso. Caminemos en nuestra vida hacia Maria como lo hacen ustedes, de manera especial con fe en esta peregrinación, en esta devoción tan grande a la Virgen de la Puerta", señaló el celebrante.

"Maria es una imagen, pero debemos decir que la Virgen Maria es como Cristo viviente, no esta sujeta al tiempo ni al espacio, nos oye nos escucha, nos ve, sabe lo que nuestro corazón siente", agregó monseñor. El arzobispo terminó la Santa Eucaristía, no sin antes pedirles a los fieles asistentes, tres vivas y fuertes aplausos para la Virgen de la Puerta.

Luego, escaló hacia el altar para incensar, por segunda vez, a la "Mamita". Finalmente- acompañado de los párrocos- derramó bendiciones y bendijo con agua bendita a los diferentes recuerdos de la Imagen de la Santísima Virgen de la Puerta, que mostraban con fe los fieles devotos.