PADRE VÍCTOR HUGO TUMBA PRESENTÓ SU LIBRO "SÓLO LA EDUCACIÓN SALVARÁ AL PERÚ"

Se trata de una tesis aplicada para una pedagogía de la liberación en el Perú; una aplicación científica, organizada y desarrollada durante los años 2005 al 2007; y enseña cómo se puede dar una educación liberadora, humanista y gratuita a los más pobres de nuestra sociedad.

"Sólo la educación salvará al Perú" es un libro basado en la tesis doctoral que el padre Víctor Hugo Tumba Ortíz (Guadalupe, 1961) presentara el año 2007 denominada "Modelo de gestión solidaria para el desarrollo sostenible de la Institución Educativa Privada Gratuita 'Corporación de Educación Popular' (CEP) en los niveles de Inicial y Primaria en proyección a la universidad empresarial en el asentamiento humano Ramón Castilla del distrito de Huanchaco".

Se trata de una tesis aplicada para una pedagogía de la liberación en el Perú; una aplicación científica, organizada y desarrollada durante los años 2005 al 2007; y enseña cómo se puede dar una educación liberadora, humanista y gratuita a los más pobres de nuestra sociedad. Es una voz de protesta contra el mercantilismo educativo y una voz de propuesta por la solidaridad y la justicia social en la tarea pedagógica. Es una llamada de atención a los gobernantes de hoy y de siempre para decirles que sin educación gratuita para todos no hay esperanzas de un Perú mejor.

El padre Tumba parte de la afirmación de que el mundo vive actualmente una crisis económica y financiera, una crisis de valores, y asegura que los líderes de la Tierra con sus políticas y diplomacias han fracasado; que las economías de los poderosos han sucumbido; que el sistema bancario global está en quiebra (lo cual es muy cierto); que las transnacionales se declaran en bancarrota; y los pueblos siguen en guerras, armamentismos y desigualdades.

Ha fracasado, sigue diciendo el sacerdote, el liberalismo capitalista, el comunismo del proletariado, las revoluciones, las ideologías y los movimientos sociales, políticos, económicos, culturales, educativos y hasta religiosos. Pero lo más lamentable y denigrante, asegura, es que los que más sufren esta crisis "son los pobres y marginados de siempre; aquellos que estuvieron en el reverso de la historia y nunca manejaron la economía, ni se favorecieron, ni decidieron, ni tuvieron nada que ver con ella", asegura.

En su análisis, el padre Tumba llega a la conclusión que todos los problemas de nuestra patria se deben, principalmente, a la ausencia de una educación liberadora, humanista y gratuita que ayude a construir una nueva civilización. Para el autor, la educación se ha tornado discriminatoria, alienante, excluyente y elitista. Sólo los que pueden se educan y los que no pueden se hunden en la mayor exclusión. Vanas son las políticas del gobierno para mejorar la educación mientras el presupuesto no se aumente hasta cuatro veces más como lo exigen las estadísticas y el crecimiento poblacional, afirma en el texto.

Explica en su obra que es demasiado frustrante que las universidades estatales sólo puedan cubrir el 20% de la demanda de postulantes, y aquellos que no ingresan tienen que ir forzosamente a universidades privadas. Y esto se agrava más cuando las universidades nacionales de forma arbitraria e ilegal se adueñan del 60% de sus exiguas vacantes para favorecer a su centro preuniversitario sólo porque le rinde ingresos pecuniarios.

Ante todo esto, asegura el padre Tumba, "por el bajísimo presupuesto y la complicidad del gobierno, han aparecido los mercaderes de la educación quienes han asaltado el botín de la empresa educativa privada (instaurada irresponsablemente por el dictador Fujimori con su vergonzoso decreto ley 882) y ahora viven en medio de sus millonarias ganancias a costa del sufrimiento de tanta gente… Por eso se habla de la educación privada como el mejor negocio y la forma más fácil de ganar dinero…"

Finalmente el padre Tumba, cree que los que se enriquecen con la educación son los más inmorales y miserables de la sociedad actual, no sólo por su lucro desmedido, sino porque con su avaricia han retrasado el país, han quebrantado la frágil economía de muchísimos hogares y han causado la mayor exclusión de las clases más desfavorecidas... "Jamás podré ver nada bueno en las obras de quienes han levantado sus emporios monetarios lucrando con la necesidad de educación de nuestro pueblo.

¡Qué inaceptables y villanos son aquellos que se enriquecen con las necesidades de las mayorías pobres!… La historia se encargará de juzgarlos y de darles lo que se merecen…", dice en esta excepcional obra que ningún liberteño debe perderse.

Ficha Biográfica

El padre Víctor Hugo Tumba Ortiz nació en Guadalupe, 1961. Sus padres son Carlos Tumba y Raquel Ortiz y tiene tres hermanos Carlos, Mónica y Mely. Su vocación nació en su época de estudiante en el colegio de Chepén, cuando integró un grupo denominado "Cruzada de Fátima". Desde allí desempeñó una labor social en la barriada de San Sebastián. También Influyó en él la labor del párroco Fernando Rojas Morey, quien fue su profesor de religión en el colegio de la GUE Carlos Gutiérrez Noriega. Al terminar el colegio, ingresó al Seminario Mayor San Carlos y San Marcelo, cuando tenía 17 años de edad.

Ha pasado 18 años de su vida sacerdotal en la Iglesia Santa Rosa, en pleno centro de Trujillo, En el 2007 terminó una Maestría en Pedagogía Universitaria en la Universidad Nacional de Trujillo, y luego en esta misma casa de estudios ha seguido un Doctorado en Planificación y Gestión. Su proyecto principal ha sido construir la Corporación de Educación Popular (CEP) para los niños más pobres de un asentamiento humano en Huanchaco. En el 2002, formó con unos amigos una asociación.

Y luego en el 2005 formó su primera escuelita en el asentamiento humano Ramón Castilla de Huanchaco, donde atiende a 150 niños (de 3 a 9 años), dándoles gratuitamente educación de calidad útiles escolares, desayunos, almuerzos, atención médica y psicológica, vestido, etc. La meta máxima es llevarlos hasta la universidad empresarial y a un centro laboral donde los egresados puedan trabajar. En el año 2000 por encargo del Arzobispo trujillano, fue responsable de editar la página de religión en el diario La Industria. También es socio del Club de Prensa de Trujillo.