“Existen leyes, en el Perú, que protegen los derechos del niño y del adolescente, pero, generalmente, no se cumplen y no se prioriza proteger a los menores del trabajo infantil; falta más concienciación, sensibilización e influencia en la ciudadanía, autoridades e instituciones públicas y privadas”, sentenció Nelly Helinski.
El martes último, durante su visita de trabajo de campo, guiada por las promotoras del Centro de Promoción de la Mujer del Norte (CEPROMUN), a los centros laborales de niños, niñas y adolescentes que trabajan y estudian en el distrito El Porvenir, la representante holandesa, para Latinoamérica, del Departamento de Democratización y Construcción de Paz de la fundación ICCO y KERK IN ACTIE, Kelly Helinski, percibió, in situ, la problemática que atraviesan estos menores, así como la indiferencia de la ciudadanía organizada para accionar el trabajo de las autoridades, en este tema.
"Existen leyes, en el Perú, que protegen los derechos del niño y del adolescente, pero, generalmente, no se cumplen y no se prioriza proteger a los menores del trabajo infantil; falta más concienciación, sensibilización e influencia en la ciudadanía, autoridades e instituciones públicas y privadas, para que se den cuenta que así no se crea una sociedad sostenible, porque el problema de trabajo infantil es una forma de violar los derechos económicos, sociales y culturales del ser humano, falta más incidencia política", manifestó Helinski.
La incidencia política se refiere al proceso planificado de la ciudadanía organizada para influir en las políticas y programas públicos. Se busca influir en aquellos actores que toman decisiones de carácter o interés público. La ciudadanía, actualmente, debe cumplir un rol de control social y tener la capacidad de organizarse para poder incidir en la agenda pública y lograr que en la misma se incluyan sus intereses y que estos sean convertidos en políticas públicas.
“Otro problema grave que origina el trabajo infantil, no sólo es la pobreza, sino la ausencia de posibilidad de escolarización para los niños, pues, se dice que la educación es gratuita, pero, veo que en El Porvenir no se respeta, ya que son los padres de familia quienes afrontan los gastos escolares; si no fuera así, más niños irían a la escuela dejando de trabajar. Otra causante del trabajo infantil, es la falta de empleo y derechos laborales del adulto”, sentenció.
Por su parte, la directora ejecutiva de CEPROMUN, Carmen Salazar Cortegana, señaló que su institución ya viene trabajando en el tema de incidencia política para la erradicación del trabajo infantil, en El Porvenir; sin embargo, evidenció la falta de compromiso de la comunidad y otras instituciones relacionadas con el tema, para trabajar, en conjunto, el problema del trabajo infantil, no sólo en El Porvenir, sino en la región.
“ICCO y KERK IN ACTIE son organizaciones de cooperación de desarrollo internacional, ubicadas en Holanda, que buscan, entre otros objetivos, erradicar el trabajo infantil, basado en la Convención de los Derechos del Niño; estas instituciones trabajan en el mundo, a través de contrapartes, siendo CEPROMUN una de ellas, en el Perú”, puntualizó Helinski .
El martes último, durante su visita de trabajo de campo, guiada por las promotoras del Centro de Promoción de la Mujer del Norte (CEPROMUN), a los centros laborales de niños, niñas y adolescentes que trabajan y estudian en el distrito El Porvenir, la representante holandesa, para Latinoamérica, del Departamento de Democratización y Construcción de Paz de la fundación ICCO y KERK IN ACTIE, Kelly Helinski, percibió, in situ, la problemática que atraviesan estos menores, así como la indiferencia de la ciudadanía organizada para accionar el trabajo de las autoridades, en este tema.
"Existen leyes, en el Perú, que protegen los derechos del niño y del adolescente, pero, generalmente, no se cumplen y no se prioriza proteger a los menores del trabajo infantil; falta más concienciación, sensibilización e influencia en la ciudadanía, autoridades e instituciones públicas y privadas, para que se den cuenta que así no se crea una sociedad sostenible, porque el problema de trabajo infantil es una forma de violar los derechos económicos, sociales y culturales del ser humano, falta más incidencia política", manifestó Helinski.
La incidencia política se refiere al proceso planificado de la ciudadanía organizada para influir en las políticas y programas públicos. Se busca influir en aquellos actores que toman decisiones de carácter o interés público. La ciudadanía, actualmente, debe cumplir un rol de control social y tener la capacidad de organizarse para poder incidir en la agenda pública y lograr que en la misma se incluyan sus intereses y que estos sean convertidos en políticas públicas.
“Otro problema grave que origina el trabajo infantil, no sólo es la pobreza, sino la ausencia de posibilidad de escolarización para los niños, pues, se dice que la educación es gratuita, pero, veo que en El Porvenir no se respeta, ya que son los padres de familia quienes afrontan los gastos escolares; si no fuera así, más niños irían a la escuela dejando de trabajar. Otra causante del trabajo infantil, es la falta de empleo y derechos laborales del adulto”, sentenció.
Por su parte, la directora ejecutiva de CEPROMUN, Carmen Salazar Cortegana, señaló que su institución ya viene trabajando en el tema de incidencia política para la erradicación del trabajo infantil, en El Porvenir; sin embargo, evidenció la falta de compromiso de la comunidad y otras instituciones relacionadas con el tema, para trabajar, en conjunto, el problema del trabajo infantil, no sólo en El Porvenir, sino en la región.
“ICCO y KERK IN ACTIE son organizaciones de cooperación de desarrollo internacional, ubicadas en Holanda, que buscan, entre otros objetivos, erradicar el trabajo infantil, basado en la Convención de los Derechos del Niño; estas instituciones trabajan en el mundo, a través de contrapartes, siendo CEPROMUN una de ellas, en el Perú”, puntualizó Helinski .
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