Al respecto, la presidente
de este Comité, Patricia Garzón Gómez –también gerente de la Agroindustrial
Laredo− dejó en claro que uno de los mecanismos con los que se podría romper
esta dependencia es justamente el desarrollo de semillas mejor adaptadas a
nuestras condiciones particulares (como clima, geografía, entre otras
especificaciones).
Agremiados de la Cámara de
Comercio y Producción de La Libertad consideran que de consolidarse este
sustento la industria peruana podría ser mucho más competitiva. Una de las
principales preocupaciones del Comité de Agricultura, Agroindustria y Empresas
Conexas de la Cámara de Comercio y Producción de La Libertad (CCPLL) es la
referida a la dependencia que se tiene respecto a las semillas importadas.
Esto, porque no se cuenta con una producción local que compense los
requerimientos de las empresas nacionales.
Al respecto, la presidente de este Comité, Patricia Garzón Gómez –también gerente de la Agroindustrial Laredo− dejó en claro que uno de los mecanismos con
los que se podría romper esta dependencia es justamente el desarrollo de
semillas mejor adaptadas a nuestras condiciones particulares (como clima, geografía,
entre otras especificaciones).
“La idea es que la industria peruana cuente con las condiciones necesarias
para competir a la par con los demás en el exterior. En tanto, si dependemos de
semillas importadas, estaremos atados a la variabilidad que estas materias
primas puedan mostrar”, refirió.
Por ello, Patricia Garzón Gómez instó a los empresarios liberteños a
promover este tipo de producciones que, a la larga beneficiarán a todos
aquellos que participan de la actividad agrícola y agroindustrial. Por otro
lado, la presidenta del Comité del gremio empresarial se mostró más que
preocupada por las últimas modificaciones tributarias realizadas por el Poder
Ejecutivo. Y es que –según sustentó−, respecto al segmento agrícola, la Superintendencia Nacional de Aduanas y
Administración Tributaria (Sunat) tiene la facultad de identificar
infracciones o rectificaciones en las cuales ha incurrido el contribuye en los
últimos cinco años (aunque éstas hayan sido regularizadas en su momento).
Patricia Garzón Gómez sostiene que esto lo hacen con el propósito de
encontrar justificaciones para retirarles la calidad de buen contribuyente y,
por ende, los beneficios que otorga la Ley Agraria respecto al pago de
impuestos. “Esto representa una amenaza que abre la posibilidad para que se
realicen atropellos a los derechos de los empresarios agroindustriales. Como gremio
empresarial, rechazamos estas disposiciones, pues perjudican a quienes
laboramos en este sector”, agregó.
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