Carlos Díaz Collantes es uno de los implicados en el escándalo de las subvenciones sociales, quien hace algún tiempo atrás fue cuestionado junto a José Castagnola Sánchez al ser nombrados Gerentes de Administración y Finanzas de Caja Trujillo, por no cumplir con los requisitos profesionales exigidos para los cargos señalados.
Un hecho que vulneraría las normas que regulan los contratos con las Cajas Municipales estaría a punto de concretarse en la Caja Trujillo al intentar anular los contratos con empresas de limpieza y vigilancia, inventando faltas graves no comprobadas, con el solo objetivo de ejecutar en beneficio de la Caja Trujillo las cartas fianza presentadas por esas empresas. Lo grave del caso es que la actitud de la entidad financiera municipal se asume en forma unilateral y en forma amañada, según señalaron algunos representantes de las empresas que serían afectadas por este decisión.
Por tal motivo, ellos solicitan la intervención de la Superintendencia de Bancos y Seguros (SBS), por vulnerar contratos avalados por este organismo. Esta decisión ha sido tomada por recomendación del Gerente de Administración y Operaciones de la Caja Trujillo, Carlos Enrique Díaz Collantes, quien como militante de APP y ex trabajador de la Universidad Cesar Vallejo, de propiedad del alcalde de Trujillo, se ha convertido en el enlace de comunicación entre esta financiera y el cuestionado César Acuña Peralta.
Como se sabe, Díaz Collantes es uno de los implicados en el escándalo de las subvenciones sociales, quien hace algún tiempo atrás fue cuestionado junto a José Castagnola Sánchez al ser nombrados Gerentes de Administración y Finanzas de Caja Trujillo, por no cumplir con los requisitos profesionales exigidos para los cargos señalados. El motivo de anular estos contratos, que han sido suscritos con el anterior gerente de Administración, so pretexto de faltas graves y ejecutar estas cartas fianzas sería la de cubrir el robo de 250 mil nuevos soles, afirman los denunciantes.
Agregan que este delito se perpetró en la segunda quincena del mes de enero del presente año a la jefe de Operaciones de la agencia Cajabamba (Cajamarca), Diana Galarreta Ledesma, una de las incondicionales de Díaz Collantes, quien sacó el dinero de dicha agencia sin autorización alguna de sus superiores; en el sospechoso asalto, resultó herido gravemente el vigilarte de dicha agencia financiera; el otro motivo sería el de cubrir algunas fugas de dinero que se estaría produciendo en la entidad crediticia paramunicipal.
Aseguran que Díaz Collantes desde que asumió el cargo se ha convertido en un “verdugo” para ciertos trabajadores que no son afines al partido del pequeño alcalde dictador, ya que ha logrado despedir a un gran número de funcionarios y empleados entre los que se encuentran Elizabeth García, Jefe de Recursos Humanos; Miguel Chamorro, jefe de Seguridad; Mitzi Jacobo, Jefe de Responsabilidad Social; Rolando Marín, jefe de Marketing; Walter Vértiz, Jefe de Asesoría Legal y María Alzamora, jefe de Operaciones.
Estos trabajadores han sido reemplazados por partidarios de APP y, en otros casos, los puestos como la jefatura de logística durante el año 2012 y parte del 2013 no tuvieron un responsable directo, habiendo encargado el puesto a Romelia Veramendi, también militante de APP. Coincidentemente, desde que Acuña Peralta asumió la MPT, en el año 2007, Caja Trujillo ha descendido dos escalones en la evaluación financiera que le practican cada año dos evaluadoras de riesgo, producto de la injerencia política en su manejo que está liderado por el pequeño “dictadorcillo”.
Como es de conocimiento público, Acuña Peralta ha tomado el control de la Caja Trujillo gracias al apoyo de un representante de la Iglesia Católica y otro de las MYPES, con los cuales suma cuatro votos, considerando los dos propios de APP. Según los entendidos, la intención de Díaz Collantes es absorver todo lo necesario para concretar el deseo de Acuña Peralta de crear una financiera paralela que le haga la competencia a la Caja de Trujillo, idea nada menos que del “genio” Carlos Diaz Collantes, pese a saber que esto está prohibido por ley.
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