Hay obligación del gobierno municipal de Trujillo en habilitar un terreno de las dimensiones adecuadas, y cederlo al Gobierno Regional de La Libertad para que sobre él se levante la construcción de una moderna Casa de Refugio, con los ambientes adecuados para las mujeres víctimas de la violencia.
Por: Amaro Rodríguez Santillán
Al finalizar este año la gestión de cuatro años en la Municipalidad Provincial de Trujillo y en el Gobierno Regional de La Libertad, no se llegó a construir una Casa de Refugio para acoger a las mujeres víctimas de la violencia, demostrando falta de voluntad política y decisión de sus líderes, para hacer tangible la solución a un grave problema social en nuestra urbe metropolitana, que bordea el millón de habitantes.
Las divergencias políticas no tienen por qué prolongar en forma insensible y contraria a una justicia social, una problemática que afecta a las mujeres desprotegidas, a las más pobres, que reciben además de los golpes de la miseria, los golpes físicos y psicológicos de parte de sus cobardes parejas, ante la in sensibilidad de las autoridades como lo es en este caso.
Hay obligación del gobierno municipal de Trujillo en habilitar un terreno de las dimensiones adecuadas, y cederlo al Gobierno Regional de La Libertad para que sobre él se levante la construcción de una moderna Casa de Refugio, con los ambientes adecuados para las mujeres víctimas de la violencia.
Con el terreno que la municipalidad provincial de Trujillo ceda al Gobierno Regional de La Libertad, el ente regional obligatoriamente presupuestará los recursos financieros para elaborar el proyecto y los recursos que demande su ejecución para que de esa manera se pueda ofrecer los servicios más urgentes que demanden las mujeres víctimas de la violencia.
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