Las estrategias empleadas para ganar tiempo y fortalecer el sabotaje con apoyo de más bancadas de congresistas, de instituciones comprometidas con la corrupción, más un minúsculo sector de la prensa que pierde objetividad enceguecido por el brillo de las 30 monedas, inician el plan de vacancia del Presidente Martín Vizcarra.
Por: Amaro Rodríguez Santillán
Desde que el Presidente Martín Vizcarra Cornejo planteara en su mensaje presidencial del 28 de Julio pasado, el adelanto de elecciones para congresistas y Presidente de la República para superar un entrampamiento político que redujo el crecimiento económico del Perú, la oposición parlamentaria fujiaprista, con apoyo de los que no tienen bandera política, pero si económica, se inició un trabajo saboteador contra el adelanto de elecciones.
Las estrategias empleadas para ganar tiempo y fortalecer el sabotaje con apoyo de más bancadas de congresistas, de instituciones comprometidas con la corrupción, más un minúsculo sector de la prensa que pierde objetividad enceguecido por el brillo de las 30 monedas, inician el plan de vacancia del Presidente Martín Vizcarra, argumentando defender la constitucionalidad.
Iniciaron el venenoso plan de desprestigio del Poder Ejecutivo, acuden a la Comisión de Venecia para consultar si se puede adelantar las elecciones en el Perú, se recurre al trabajo de las comisiones parlamentarias para plantear insólitas investigaciones, todas ellas articuladas para retardar debatir el adelanto de elecciones y más bien procurar su archivo, para que lo congresistas continúen arrebatando el dinero público.
Es demasiado evidente ver la mayoría de congresistas renuentes a debatir el adelanto de elecciones, porque no tienen la voluntad política de hacerlo, al parecer ellos se harán el harakiri al obligar al Presidente de la República plantear una Cuestión de Confianza para aprobarse la propuesta de adelanto de elecciones, en caso de no hacerlo disponer dentro del marco constitucional disolver este nefasto congreso aún vigente.
El pueblo peruano en sucesivas marchas públicas en las calles de las más importantes ciudades del Perú, pidió públicamente el cierre del congreso, le queda al Presidente Martín Vizcarra acatar la voluntad popular, que fue la misma que equivocadamente eligió a esta gavilla de congresistas que ha sumido en la inercia el desarrollo de nuestra patria.
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