Por: Amaro Rodríguez Santillán
La ciudadanía algo reticente participó en recientes elecciones extraordinaria para elegir nuevos congresistas por año y medio, en la práctica los congresistas electos, están obligados a dar de sí todo su talento para elaborar y aprobar las urgentes reformas, que requiere el Estado para superar las numerosas vallas que paralizaron el desarrollo del país, al darse el enfrentamiento entre el Poder Legislativo con el Ejecutivo.
Los nuevos congresistas representan la vitrina de promoción de su partido para las próximas elecciones generales del 2021, se encuentran en la disyuntiva de trabajar bien y posesionarse de una buen espacio político que lo avale la ciudadanía, o continuar con una praxis de antaño que desprestigien a sus respectivos partidos políticos y lo sepulten en sus aspiraciones de alcanzar mayoría parlamentaria y la Presidencia de la República el 2021.
Hay una agenda de trabajo que puede ampliarse de acuerdo al consenso de los legisladores y entre los temas de urgencia está el destrabe de la Sub comisión de acusaciones constitucionales, de la comisión de levantamiento de la inmunidad parlamentaria, también la elección de los nuevos magistrados del Tribunal Constitucional y la eliminación de la inmunidad parlamentaria con el consenso en la mayoría de los partidos políticos.
En una agenda vigente para los legisladores figura el control ético externo al Congreso, las reformas políticas y electorales, además de otras reformas conexas que respondan a los actuales requerimientos para fortalecer la gobernabilidad y devolver la autoridad al Poder Legislativo, venido a menos a causa de inescrupulosos y corruptos parlamentarios.
Requerimos la pronta reactivación de las obras paralizadas insensatamente dejadas por mucho tiempo en ese statu quo, impidiendo la natural inercia que tuvo el Perú de proseguir su desarrollo sostenido, que caracterizó a la economía peruana liderada por el empresariado, generando cada año un mayor número de puestos de trabajo para mantener ese desarrollo sostenido.
Como liberteños mantenemos una actitud discrepante con los responsables de continuar trabados los trabajos de la culminación de la presa Palo Redondo, en el rentable proyecto hidroenergético de Chavimochic, que asegura a la ciudad metropolitana de Trujillo con un millón de habitantes, el agua potable necesaria para el normal abastecimiento y en forma colateral ayuda a la prevención de la salud.
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