“Vamos a iniciar esta
Santa Misa de Domingo de Ramos, muy especial porque la tradicional y viviente
ceremonia de domingo de ramos, ha quedado restringida, ahora solamente dentro
de la Catedral, por la pandemia; para evitar mayores contagios, de manera
especial cuando hay multitudes”, expresó monseñor Cabrejos Vidarte.
Conmemorando
el ingreso triunfal de Cristo a Jerusalén, Trujillo
inició la Semana Santa con la bendición de los Ramos y solemne celebración
Eucarística en la Basílica Catedral, presidida por el Arzobispo de Trujillo y
Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana y del CELAM, Monseñor Miguel Cabrejos Vidarte OFM, y
concelebrada por sus Obispos Auxiliares, Mons. Timoteo Solórzano Rojas y Mons. Francisco Castro Lalupú, así como sacerdotes de la Arquidiócesis.
La
comunidad de jóvenes seminaristas y un reducido número de fieles, participaron
de la tradicional celebración Eucarística, cuidando los debidos protocolos de
bioseguridad, y portando en sus manos los ramos que fueron bendecidos por el
Arzobispo, a su paso por la nave principal. “Vamos a iniciar esta Santa Misa de
Domingo de Ramos, muy especial porque la tradicional y viviente ceremonia de
domingo de ramos (se celebraba con una masiva procesión desde el Arzobispado),
ha quedado restringida, ahora solamente dentro de la Catedral, por la pandemia;
para evitar mayores contagios, de manera especial cuando hay multitudes”,
expresó monseñor Cabrejos Vidarte.
Igualmente,
antes de iniciar la lectura de la Pasión y muerte del Señor, pidió rezar por
los presentes y parientes de fieles que han partido al encuentro del Padre Dios
a consecuencia de la pandemia. En su homilía el pastor de la Arquidiócesis
manifestó que hoy día, en este momento, el mundo entero y el Perú sufren por
esta pandemia, dolor, laceración, abandono, tristeza y angustia. “Es la
pasión de la naturaleza humana, pero lo importante es que sepamos que hay uno
que lo sufrió, padeció, lo asumió y está clavado en la Cruz”.

“Solo
Dios puede dar respuesta y sentido a todo el sufrimiento, a toda laceración
humana, a todo lo que el ser humano sufre y padece, de manera especial en esta
pandemia”, reflexionó. Al final de la Misa de Domingo de Ramos, Monseñor Miguel
se dirigió a la imagen del Cristo Crucificado, para invitar a las familias a
unir tres signos en sus hogares: una cruz, una fotografía de la Eucaristía,
“que nos recuerda la frase: Yo estaré con ustedes hasta el fin del mundo” y una
imagen de la Virgen María, la Madre de Dios que merece toda nuestra devoción y
grandeza. “La Fe no tiene límites”, confió el presidente del Episcopado
Peruano.
Este,
como todos los actos celebratorios, serán transmitidos, a través de la
plataforma de Facebook “Catedral Trujillo”, “Arzobispado Metropolitano de
Trujillo- Perú” y Sol TV por cable y señal abierta. Monseñor Miguel Cabrejos Vidarte
anunció que la señal nacional de Willax TV se unirá a la transmisión de la
celebración del Jueves Santo, a las 6:00 pm, mientras que el canal del Estado,
TVPerú se sumará a la celebración del Viernes Santo, programada
para las 6:00 pm.
El
Miércoles Santo, tendrá lugar la Misa Crismal, a las 10:30 am, donde los
sacerdotes que realizan su labor pastoral en la Iglesia Trujillana renovarán
sus promesas sacerdotales y el Arzobispo consagrará en santo crisma y los
santos óleos. Con el Jueves Santo se da el inicio del Triduo Pascual, con la
Celebración de la Cena del Señor, Institución de la Eucaristía y el sacerdocio,
a las 6:00 pm, mientras que, a las 8:30 pm, se realizará la Vigilia de
Adoración al Santísimo. Para el Viernes Santo, a las 9:00 am, se desarrollará
el Vía Crucis en el atrio de la Catedral, y a las 6:00 pm, la Celebración de la
Pasión de Nuestro Señor Jesucristo y Adoración de la Santa Cruz.
El
Sábado Santo, tendrá lugar el Rezo del Santo Rosario, a las 7:00 am. Mientras
que a las 6:00 pm, la Solemne Vigilia Pascual. Finalmente, el Domingo de
Resurrección, con la Celebración Central, presidida por el Arzobispo, a las
11:00 am. La Iglesia nos invita a vivir estos días de recogimiento, acompañando
a Jesús con nuestras reflexiones, presentando al Señor nuestras oraciones por
nuestros hermanos que han sido afectados por esta pandemia; acercándonos al
sacramento de la Penitencia y preparándonos para vivir con gozo el Misterio
Pascual.