
Contamana.- La pericia del piloto de la avioneta de la empresa Aeronegocios, de matricula OB1229, que se precipitó esta tarde permitió que tanto él como los ocupantes salieran con vida, según sostuvo el alcalde del distrito de Vargas Guerra, Armando Dávila Marina (45), uno de los sobrevivientes. En declaraciones a la agencia Andina, narró que cuando estaban aproximadamente a cinco minutos de Contamana se encontraron con una tempestad que sacudió la nave y de forma inmediata empezaron a perder altura.
“Nos encontrábamos todavía en medio de montañas, pero gracias a Dios salimos hacia una playa y caímos sobre una zona lodosa, lo que amortiguó el peso de la caída, que fue bastante fuerte”, declaró. “Gracias a la pericia del piloto todos los que viajábamos salimos con vida, él puso todo su conocimiento para resultar ilesos”, afirmaron. Tras la caída, pobladores de las zonas cercanas los auxiliaron y un deslizador de una compañía que pasaba cerca los condujo hacia el centro de salud de Contamana.
La caída se produjo cerca del caserío de Holanda, refirió. “Estoy agradecido porque se me ha dado la oportunidad de seguir viviendo; después de lo ocurrido siento que he vuelto a nacer”, señaló la autoridad edil. El burgomaestre recordó que había viajado a Pucallpa en la víspera para realizar coordinaciones con un ingeniero que se encargará de la obra de un campo ferial en Orellana, capital del distrito de Vargas Guerra, y que hoy estaba de regreso.
Carlos Cabrera Cuadros, jefe del centro de salud de Contamana, donde fueron atendidos por espacio de unas cuatro horas, refirió que el piloto de la nave y otros tres ocupantes adultos presentaron contusiones leves en diferentes partes del cuerpo, como el tórax, piernas y brazos. En tanto, detalló a la agencia Andina que un menor que también viajaba en la nave siniestrada resultó ileso. Las cinco personas ya abandonaron el establecimiento.
El galeno recordó que los ocupantes de la avioneta ingresaron en estado de shock al referido centro de salud, donde le explicaron al galeno que una tormenta sacudió la máquina y precipitó su caída, que –gracias a la pericia del piloto- fue amortiguada por un terreno lodoso. (Andina)
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