“¡Moeich muchik, chipan siameiñ!”, “¡Nosotros los muchik, aún vivimos!”, fue la frase que se repitió. Orlando Velásquez Benites, Rector de la Universidad Nacional de Trujillo, demandó que el Perú oficial reconozca que la comunidad campesina es heredera de los pueblos del Perú invadido en el siglo XVI.
San Pedro de Lloc fue –este sábado 13 y domingo 14- el epicentro de un evento etno cultural que ya era urgente: el Primer Congreso Internacional de Comunidades Campesinas y Nativas del Perú y el Mundo, que comprometió la participación delegaciones del Cuzco, Puno, Huancavelica, Tacna, Apurímac, Amazonas, así como del “territorio muchik”. Históricamente el que territorio muchik comprende desde Ancash, pasando por La Libertad, Piura, Lambayeque, Tumbes y Ecuador, con una posesión de más de 15 mil años en esta zona.
El presidente de la comunidad campesina de San Pedro de Lloc, Alfredo Arrivasplata Díaz, señaló que el resultado positivo de este evento fue firma la Declaración Universal de Comunidades Campesinas y Nativas del Perú y el Mundo, documento que inmediatamente será remitido a la Secretaría de la Presidencia de la República, al Consejo de Ministros y a la presidencia del Congreso. “Buscamos que el pueblo Muchik y el resto de comunidades nativas sea parte del Instituto Nacional de Desarrollo de Pueblos Andinos, Amazónicos y Afroperuanos (Indepa) y objeto de estudio en la curricula del Ministerio de Educación”, anotó.
En un auditorio ex profesamente preparado para la ocasión el evento se inició con las palabras de la Iñikuk (doncella) comunera Luz Araceli Cruz Zelada de San Pedro; luego la bienvenida del presidente de la comunidad anfitriona, Arrivasplata Díaz y las palabras de agradecimiento por parte de la Iñikuk regional Angela Inoñan Mechato de Lambayeque. En primer lugar, el rector de la Universidad Nacional de Trujillo, Dr. Orlando Velásquez Benites, encargado del discurso inaugural, calificó de histórico este encuentro de comunidades campesinas y nativas, porque rescata la interculturalidad y el Perú profundo.
Luego, la autoridad universitaria demandó que el Perú oficial reconozca que la comunidad campesina es heredera de los pueblos del Perú invadido en el siglo XVI, “no es cierto que seamos herencia de comunidades españolas, sino del ayllu prehispánico. Las comunidades afroperuanas y el resto de etnias de todo el país están en la marginalidad, pero ellas son las que rescatan la identidad, lo nuestro. Bagua, La Convención, Madre de Dios, le dicen al Perú oficial: aquí estamos presentes y que no están dispuestas a ser barridas por las acciones de algunas malas empresas mineras que pretenden desconocer sus Derechos”, añadió.
“En este país no existe democracia, es una democracia hipócrita. Para que haya democracia tiene que haber libertad, libertad de salud, de educación, de vivienda y salarios justos, pero eso no existe en nuestro país”, apuntó en otro momento de su discurso Velásquez Benites. Calificó a las comunidades y rondas campesinas como el último bastión de la democracia: “Ahí se conserva la auténtica democracia, porque se trabaja a partir de los intereses comunales, ellos sí rescatan la política, porque la verdadera política es servicio, participación y entrega, no como los políticos de ahora que sólo trafican con ella”.
En ese sentido, también aprovechó para criticar la creación de universidades públicas con cálculo político. “Tenemos que defender estos dos bastiones: la universidad y la comunidad campesina, y no debemos permitir que invadan nuestros fueros, debemos exigir la autonomía universitaria y de la comunidad campesina”. Finalmente, Velásquez Benites rindió homenaje al connotado estudioso muchik Víctor Rodríguez Suy Suy, (fallecido el 13 de agosto del 2008), de quien fue discípulo y a quien llamó “sabio muchik”, porque fue el mayor peruano que se preocupó por el destino del pueblo Muchik.
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