“Tuvimos que caminar con los mineros informales, acudir varias veces al ministerio hasta lograr el decreto supremo que permitía a la minera metálica Barrick formalizar a los mineros no metálicos”, recordó en el marco de una exposición que hizo en la Cámara de Comercio y Producción de La Libertad.
El presidente del Gobierno Regional de La Libertad, Ing. José Murgia Zannier, advirtió que, pese a los intereses creados que pretenden poner trabas al trabajo encaminado, su gestión seguirá promoviendo la formalización de los mineros informales haciéndoles entender que significa conseguir mayores ganancias que en su situación actual, con un beneficio adicional que es el cuidado y conservación del medio ambiente.
La autoridad regional indicó que hubo mucha desinformación en torno a este delicado tema pues se decía que había por lo menos veinte mil mineros informales, pero la realidad dio una cifra de seis mil que expusieron su voluntad de formalización, por lo que se tuvo que gestionar dispositivos complementarios para incluir a quienes, dentro de una concesión minera metálica, trabajaban en la explotación de carbón, por ejemplo.
“Tuvimos que caminar con los mineros informales, acudir varias veces al ministerio hasta lograr el decreto supremo que permitía a la minera metálica Barrick formalizar a los mineros no metálicos”, recordó en el marco de una exposición que hizo en la Cámara de Comercio y Producción de La Libertad, con motivo de la distinción que hiciera el gremio empresarial al Gobierno regional por el esfuerzo en la formalización de la minería informal en La Libertad.
El Ing. Murgia Zannier resaltó la actitud de Minera Poderosa que estableció un ingenioso sistema para la formalización y legalización de mineros informales, valiéndose de un convenio suscrito por el gobierno anterior con el de Canadá y por el cual la empresa podía recibir lo producido por el minero informal y cuantificar cuanto oro podía haber en un pedazo de roca, previo un compromiso suscrito entre las partes.
Indicó también que, de los seis mil mineros que se inscribieron, mil 500 están formalizados en forma individual o en grupos, como el caso de una cooperativa de Parcoy donde 150 de sus miembros trabajan en una relación perfectamente controlada y pagando sus impuestos como la minera formal.
“Es cuestión de empeño, de paciencia, hay que hacer un trabajo fino de convencimiento porque hay mucha gente que no quiere la formalización porque detrás hay intereses creados y no saben que formalizados ganarían más y se cuidaría el medio ambiente. El trabajo de formalizar no es fácil pero no hay que perder el entusiasmo ni la fe: si a la primera te dicen no, no importa, lo importante es continuar”, dijo.
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