De no ser combatidos frontalmente, debilitarán cada vez más la integridad y la seguridad nacional. El lavado de activos mueve anualmente más de 5,000 millones de dólares en operaciones ilegales en Perú, según declaraciones del Fiscal General de la Nación, José Pelaez, derivados de la corrupción, entre otros delitos.
La corrupción y la delincuencia se constituyen en dos los principales problemas que enfrenta el Perú y de no ser combatidos frontalmente y a la brevedad posible, seguirán afectando la generación de empleo e impedirán la reducción de la pobreza, señaló Eduardo Amorrortu Velayos, presidente de la Asociación de Exportadores (ADEX). Fue luego de indicar que en el 2013 el gobierno fortaleció la Procuraduría Anticorrupción como una forma de luchar contra ese flagelo.
Agregó que lo cierto es que la VIII Encuesta Nacional sobre la Corrupción en el Perú (2013) de Proética, indica que la población percibe que la delincuencia/falta de seguridad, corrupción, y consumo de drogas son los tres principales problemas del país. “Estos son los temas de la agenda país que se deben priorizar y discutir pues tienen un impacto en la población y en los distintos sectores económicos que mueven la economía del país. La encuesta refiere inclusive que son percibidos como muy graves, incluso más que el desempleo y la pobreza”, mencionó.
El lavado de activos mueve anualmente más de 5,000 millones de dólares en operaciones ilegales en Perú, según declaraciones del Fiscal General de la Nación, José Pelaez, derivados de la corrupción, entre otros delitos, lo que pone de manifiesto la gran magnitud de este flagelo, que sustrae los muy escasos recursos con que cuenta el estado para, desarrollar infraestructura, mejorar las condiciones de salud y educación de vastos sectores sin acceso a dichos servicios y para promover un desarrollo económico más acelerado, sostenido e inclusivo.
En ese sentido, Amorrortu Velayos convocó a los gremios privados, líderes nacionales y regionales, autoridades y medios de comunicación, a poner en marcha una campaña contra la corrupción y formular una imagen de país superior e inclusivo. También recordó lo dicho por el presidente del Banco Mundial (BM), Jim Yong Kim, en el sentido que la corrupción es el ‘enemigo público número uno’ de los países en desarrollo, quien instó a que el sector privado sea parte de la solución.
Kim describió los efectos perniciosos que la corrupción puede tener sobre los países en desarrollo. “Cada dólar que un funcionario corrupto o una empresa corrupta se lleva a sus bolsillos es un dólar que se le roba a una mujer embarazada que precisa atención médica, a una niña o niño que merecen recibir educación, o a las comunidades que necesitan agua, carreteras y escuelas. Cada dólar es vital si queremos lograr nuestras metas para erradicar la pobreza extrema para el año 2030 e impulsar la prosperidad compartida”, dijo.
La lucha contra la corrupción constituirá una parte crucial de la labor del BM para erradicar la pobreza extrema e impulsar la prosperidad compartida y en el Perú todos debemos hacer nuestra parte en ese objetivo, culminó Eduardo Amorrortu.
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