José Murgia dijo que las críticas de los parlamentarios nacen a raíz de su presentación a la candidatura para un tercer mandato regional, haciendo uso de su derecho constitucional para someterse al veredicto militante y popular, y que no hay distingos por cuestión de edad y, mucho menos, de raza distinta que lo hagan renunciar a su aspiración política.
Frente a las críticas hechas a su gestión, por parte de los congresistas liberteños José León Rivera y Roberto Angulo Álvarez, el presidente regional de La Libertad, Ing. José Murgia Zannier, salio al frente y señaló que dichas apreciaciones se producen en un contexto político electoral y que se hacen en un marco de un total –y hasta interesado- desconocimiento de las obras ejecutadas en los siete años de su mandato, en el que se está dejando un legado de progreso para la posteridad.
“¿Puede ser ineficiente una gestión que ha conseguido para la región el proyecto de irrigación y generación de energía eléctrica más grande de la historia del Perú, por más de dos mil millones de dólares, que representa el progreso de las generaciones futuras?, ¿puede ser ineficiente un gobierno regional que ha conseguido el asfaltado de las vías de penetración que hoy permiten llegar a Huamachuco o a Santiago de Chuco en tres horas y media?, ¿puede ser ineficiente una gestión que ha construido siete nuevos hospitales y que ha conseguido cuatro mil nuevas plazas de maestros que las que encontramos en el 2007?”, se preguntó.
El Ing. Murgia dijo que las críticas de los parlamentarios nacen a raíz de su presentación a la candidatura para un tercer mandato regional, haciendo uso de su derecho constitucional para someterse al veredicto militante y popular, y que no hay distingos por cuestión de edad y, mucho menos, de raza distinta que lo hagan renunciar a su aspiración política que le corresponde como un ciudadano común y normal.
Consultado por los periodistas respecto a las declaraciones de su compañero de partido y contrincante electoral, Daniel Robles López, la autoridad regional dijo que habían expresiones que se pueden contestar, en un marco de construir política, no de destruir, y que todo aquel que expone y asegura algo debe tener el sustento para probar lo que dice o, en caso contrario, estaría cayendo en el nivel de la provocación y la difamación.
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