Para evitar a experimentados congresistas continuar desviando los recursos públicos en favor de sus bolsillos y avalando la corrupción, el Ejecutivo propuso ante el Congreso el proyecto de la No reelección de los congresistas y estamos seguros que recibirá el espaldarazo del pueblo con un alto porcentaje estimado en más del 85% a favor.
Por: Amaro Rodríguez Santillán
El Presidente de la República ante el clamor del pueblo, que demanda insistentemente el cierre del Congreso de la República, por su ineptitud para atender las necesidades ´prioritarias del pueblo peruano y más bien esforzarse en mantenerse coludido con altos funcionarios de los otros poderes del Estado para proteger la corrupción, presentó ante el Congreso un proyecto de reforma política electoral vía referéndum para prevenir el riesgo de orientarnos a un narcoestado.
La encubierta protección a la corrupción en nuestro país, por parte de gran número de congresistas, liderados por la mayoría parlamentaria, pone en riesgo la continuidad de nuestra frágil democracia y el Presidente del Congreso de la República, Daniel Salaverry no fortalece la institución, más bien contribuye a desprestigiarlo más por haber perdido autoridad moral y actúa como un simple individuo peruano, que se niega a cumplir su obligación tributaria con la Sunat.
Para evitar a experimentados congresistas continuar desviando los recursos públicos en favor de sus bolsillos y avalando la corrupción, el Ejecutivo propuso ante el Congreso el proyecto de la No reelección de los congresistas y estamos seguros que recibirá el espaldarazo del pueblo con un alto porcentaje estimado en más del 85% a favor. También es importante aprobar la bicameralidad en el Congreso para que las propuestas legislativas sean mejor tamizadas para su aprobación.
Al mismo tiempo, el proyecto para que el Estado financie a partidos políticos y se evite lo haga el narcotráfico, que pretende expandir su infiltración en los Poderes del Estado. El pueblo espera que el Congreso de la República, sea permeable a la propuesta del Ejecutivo y en un tiempo perentorio se realice el referéndum, en caso contrario de registrarse una pírrica oposición a la ejecución del referéndum, será el mismo pueblo con su voluntad expresada en la calles de las ciudades del Perú, el que exigirá un inmediato cierre de actual Congreso.
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