La ambición al poder por parte de la señora K, como lo reveló en un oportunidad su hermano Kenji, a quien lo desaforó del parlamento, lo condujo al lugar donde se encuentra actualmente, donde meditará lo mucho que ha perdido, con este acontecimiento que lapida definitivamente sus aspiraciones de intentar ser la Presidenta de la República.
Por: Amaro Rodríguez Santillán
Tras la fundada acusación hecha por el Fiscal José Domingo Pérez por lavado de activos, en el marco del mega caso Lava Jato de Odebrecht y luego de meticulosa evaluación de los hechos por parte del Juez Richard Concepción Carguancho, se culminó con la Resolución de prisión preventiva de 36 meses contra la imputada señora K, o Keiko Sofía Fujimori Higuchi.
Esta Resolución de prisión preventiva contra la lideresa de FP, quien logró infiltrarse a través de sus partidarios, o a través de otros medios no trasparentes, en otros poderes del Estado e instituciones como ONPE, para acrecentar su poder y pretender presionar al Poder Ejecutivo y a personas que se interpusieran a sus oscuros intereses, sin duda alguna es un enorme impacto que amplía la grieta en el muro de impunidad, protector de políticos corruptos y magistrados de otros poderes.
La ambición al poder por parte de la señora K, como lo reveló en un oportunidad su hermano Kenji, a quien lo desaforó del parlamento, lo condujo al lugar donde se encuentra actualmente, donde meditará lo mucho que ha perdido, con este acontecimiento que lapida definitivamente sus aspiraciones de intentar ser la Presidenta de la República. Es una lección para los políticos que olvidan los valores de la familia, en el delirio de alcanzar poder, no para servir, sino para servirse de ese poder fortalecido.
Para ello, pisotean derechos, robando los dineros del pueblo a través de pseudas licitaciones públicas, con montos amañados para lucrase con el dinero público, olvidándose que no se puede construir una felicidad sobre la desgracia de quienes son los contribuyentes. Humanamente da pena que una mujer por ambiciones de poder ponga en riesgo el normal desarrollo de sus hijos, cuando éstos son niños y cuando más necesitan de su madre como ocurre en su caso.
Sin embargo, la justicia con este caso alienta la lucha contra la corrupción impune y ensancha la grieta del muro impune para penetrar y ajusticiar a otros presidentes de la República corruptos, como Alejandro Toledo, al mismo Alberto Fujimori, al líder del PAP Alan García, a quien guardo mis respetos por su habilidad en ir borrando rastros, pero la verdad saldrá a luz.
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