La reactivación económica en nuestra patria es de extrema urgencia para que la fuerza laboral cumpla su función, se logre la producción de bienes y servicios requeridos, para no incrementar más la pobreza, al mismo tiempo de fiscalizar el trabajo de los servidores públicos y denunciar casos ante los medios de comunicación para identificar la corrupción.
Por: Amaro Rodríguez Santillán
Hace dos semanas la velocidad de contagios después de superar los 100 mil casos positivos y hacer colapsar nuestro sistema de salud, con un sostenido esfuerzo del gobierno central, pese a sufrir fisuras y fracturas en la cuarentena motivados por el hambre y la irresponsabilidad de muchas gentes, el investigador a base de un laboratorio matemático, pronosticó que alcanzaríamos al 30 de junio los 300 mil casos positivos.
El mismo responsable del laboratorio matemático, Marco Loret de Mola, demostró con datos matemáticos que el número de contagios empezó a ceder el MINSA también informa que la curva empezó a bajar. Esa información representa una alentadora esperanza para que el pueblo peruano reflexione, se obligue asimismo cumplir las medidas preventivas utilizando todos los elementos de protección y continuar haciéndolo cuando culmine la cuarentena.
La reactivación económica en nuestra patria es de extrema urgencia para que la fuerza laboral cumpla su función, se logre la producción de bienes y servicios requeridos, para no incrementar más la pobreza, al mismo tiempo de fiscalizar el trabajo de los servidores públicos y denunciar casos ante los medios de comunicación para identificar la corrupción, que permita frenar el robo de los recursos del Estado, cometidos por mafias y otros.
El descenso del contagio no significa que los hospitales quedarán vacíos de pacientes, continuarán contagiándose y muriendo más peruanos, pero con espíritu solidario ayudemos a evitar masivos contagios y dolorosas muertes que afectan todo los días a las familias. De otra parte estando en víspera de culminar la cuarentena, opinamos porque se mantenga el toque de queda en las ciudades para dar un respiro al personal de la PNP, ante un notable incremento delictivo y con normas legales blinden a los policías cuando ocasionen bajas a la delincuencia armada.
Por esa razón la FF.AA no pueden enfrentar a delincuentes. Cada soldado recibe instrucciones precisas y en caso de gritarle alto a un delincuente y éste no obedece, es hombre muerto por una ráfaga de proyectiles y no se les puede imputar cargos por asesinato.
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