Ante el colosal ataúd que encierra a nuestros miles de muertos, algunos directos familiares y amistades, que genera colosales penas en horas aciagas cargado por familiares de las víctimas del Covid.19, a ellos desinteresadamente como acto de solidaridad para sosiego, ofrezcámosles nuestro hombro para ayudar a cargar sus penas.
Por: Amaro Rodríguez
Santillán
Luego
de cumplirse un mes de haberse levando la cuarentena, hubo casi un 70% de
más casos de personas infestadas llegando al día de hoy 2 de agosto con
428,850 de casos con firmados según informe del MINSA, en un tétrico
escenario sembrado por el Covid-10 ante un sistema de salud colapsado las
muertes de 9,677 registradas a fin de junio suman ahora 19,614, superando más
del 100% al número al registrado el mes pasado, y la muerte sorprenden a
pacientes en las calles.
En
este épico escenario de heroicas batallas de médicos y enfermeras
deficientemente equipados, se enfrentan al mortal virus mediante una
defectuosa estrategia, saboteada por la corrupción, la más grande responsable
del gran magnicidio que merece aplicarles la pena de traidores a la patria.
No
es hora de agachar la cabeza, ni ponerse de rodillas; más bien,
estamos obligados a mantenernos de pie, no perder de vista a los grandes
corruptos, a quienes también les pende la guadaña de la muerte lenta en
los establecimientos del INPE y las personas más responsables en forma
persuasiva, o coercitiva obligar a los irresponsables, guardar los protocolos
que eviten mayores contagios.
Ante el colosal ataúd que encierra a nuestros miles de muertos, algunos directos familiares y amistades, que genera colosales penas en horas aciagas cargado por familiares de las víctimas del Covid.19, a ellos desinteresadamente como acto de solidaridad para sosiego, ofrezcámosles nuestro hombro para ayudar a cargar sus penas y hacerlas livianas y menos dolorosa su existencia en momentos que lo necesitan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario