La victoria de Ma pone fin a ocho años de gobiernos independentistas y confirma que los taiwaneses apoyan las propuestas de cambio y rechazan las políticas económicas y el nacionalismo radical del actual presidente taiwanés, Chen Shui-bian, que dejará el cargo en mayo.
El candidato del opositor Partido Kuomintang (KMT), Ma Ying-jeou, ha vencido en los comicios presidenciales de Taiwan con el 58% de los votos, contra el 42% de su contendiente, Frank Hsieh, según los datos oficiales de la Comisión Central Electoral. El triunfo de Ma pone fin a ocho años de Gobierno de Chen Shui-bian, del Partido Democrático Progresista (DPP), partidario de la independencia de la isla. El partido Kuomintang aboga por estrechar lazos con Pekín.
La victoria de Ma pone fin a ocho años de gobiernos independentistas y confirma que los taiwaneses apoyan las propuestas de cambio y rechazan las políticas económicas y el nacionalismo radical del actual presidente taiwanés, Chen Shui-bian, que dejará el cargo en mayo. El DPP de Chen, que rechaza la política de una sola China propugnada por Pekín, ya ha admitido la victoria del Kuomintang. El partido de Ma ha conseguido el voto de más de 7 de los 13 millones de taiwaneses llamados a las urnas, según la Comisión Central Electoral, un 58%, por un 42% del candidato del DPP, con la totalidad de los votos escrutados.
Los simpatizantes del partido Kuomintang celebran por las calles el triunfo de su candidato. La victoria en las presidenciales del Kuomintang se une a su triunfo en las elecciones legislativas de enero, cuando se hizo con más de dos tercios de la Cámara, con lo que Ma tendrá vía libre para su política de acercamiento diplomático y económico a China. De hecho, aboga por la reunificación una vez que China esté regida por un régimen plenamente democrático. En cualquier caso, ambos candidatos han propugnado un cierto acercamiento con China durante la campaña, con la vista puesta en que unas mejores relaciones ayudarán económicamente a la isla.
Pese a que Taiwán funciona como estado independiente de facto desde 1949, cuando los nacionalistas de Chiang Kai-chek perdieron la guerra civil china contra los comunistas de Mao y se refugiaron en la isla, China considera la isla como parte irrenunciable de su territorio. Pekín mantiene la política de una sola China y amenaza con invadir la isla si se declara independiente. El Partido Kuomintang ha gobernado en la isla desde 1949, excepto en los últimos ocho años, tras la victoria en 2000 del DPP de Chen Shui-bian.
Hsieh ha intentado blandir durante la campaña la reciente revuelta tibetana contra el dominio de Pekín, reprimida con dureza por la fuerzas de seguridad china. Hsieh ha puesto la represión como ejemplo de lo que podría ocurrir en la isla. "No dejéis que Taiwan se convierta en el nuevo Tíbet", ha dicho hoy al depositar su voto. "Mantengamos este país democrático funcionando como está". Sus advertencias no han calado lo suficiente en los ciudadanos, a la vista de los resultados.
Paralelamente a las elecciones presidenciales, se celebraban también dos un referendos: uno propuesto por el DPP en el que se preguntaba a los ciudadanos si Taiwan debe pedir el ingreso en la ONU con el nombre de Taiwan y otro propuesto por el Kuomintang sobre si se debe pedir con el de República de China, el nombre oficial, u otro. Las consultas han fracasado al no alcanzar un número suficiente de votos.
Ninguna de las consultas ha alcanzado el 50% de participación para tener validez. El propuesto por el DPP ha logrado un 35,81%, mientras que el lanzado por el Kuomintang apenas se ha quedado en el 35,72%. En cualquier caso, el ingreso de Taiwan en la ONU está descartado, ya que apenas 23 países del mundo reconocen su independencia y además porque China tiene derecho de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU. (Agencias)
El candidato del opositor Partido Kuomintang (KMT), Ma Ying-jeou, ha vencido en los comicios presidenciales de Taiwan con el 58% de los votos, contra el 42% de su contendiente, Frank Hsieh, según los datos oficiales de la Comisión Central Electoral. El triunfo de Ma pone fin a ocho años de Gobierno de Chen Shui-bian, del Partido Democrático Progresista (DPP), partidario de la independencia de la isla. El partido Kuomintang aboga por estrechar lazos con Pekín.
La victoria de Ma pone fin a ocho años de gobiernos independentistas y confirma que los taiwaneses apoyan las propuestas de cambio y rechazan las políticas económicas y el nacionalismo radical del actual presidente taiwanés, Chen Shui-bian, que dejará el cargo en mayo. El DPP de Chen, que rechaza la política de una sola China propugnada por Pekín, ya ha admitido la victoria del Kuomintang. El partido de Ma ha conseguido el voto de más de 7 de los 13 millones de taiwaneses llamados a las urnas, según la Comisión Central Electoral, un 58%, por un 42% del candidato del DPP, con la totalidad de los votos escrutados.
Los simpatizantes del partido Kuomintang celebran por las calles el triunfo de su candidato. La victoria en las presidenciales del Kuomintang se une a su triunfo en las elecciones legislativas de enero, cuando se hizo con más de dos tercios de la Cámara, con lo que Ma tendrá vía libre para su política de acercamiento diplomático y económico a China. De hecho, aboga por la reunificación una vez que China esté regida por un régimen plenamente democrático. En cualquier caso, ambos candidatos han propugnado un cierto acercamiento con China durante la campaña, con la vista puesta en que unas mejores relaciones ayudarán económicamente a la isla.
Pese a que Taiwán funciona como estado independiente de facto desde 1949, cuando los nacionalistas de Chiang Kai-chek perdieron la guerra civil china contra los comunistas de Mao y se refugiaron en la isla, China considera la isla como parte irrenunciable de su territorio. Pekín mantiene la política de una sola China y amenaza con invadir la isla si se declara independiente. El Partido Kuomintang ha gobernado en la isla desde 1949, excepto en los últimos ocho años, tras la victoria en 2000 del DPP de Chen Shui-bian.
Hsieh ha intentado blandir durante la campaña la reciente revuelta tibetana contra el dominio de Pekín, reprimida con dureza por la fuerzas de seguridad china. Hsieh ha puesto la represión como ejemplo de lo que podría ocurrir en la isla. "No dejéis que Taiwan se convierta en el nuevo Tíbet", ha dicho hoy al depositar su voto. "Mantengamos este país democrático funcionando como está". Sus advertencias no han calado lo suficiente en los ciudadanos, a la vista de los resultados.
Paralelamente a las elecciones presidenciales, se celebraban también dos un referendos: uno propuesto por el DPP en el que se preguntaba a los ciudadanos si Taiwan debe pedir el ingreso en la ONU con el nombre de Taiwan y otro propuesto por el Kuomintang sobre si se debe pedir con el de República de China, el nombre oficial, u otro. Las consultas han fracasado al no alcanzar un número suficiente de votos.
Ninguna de las consultas ha alcanzado el 50% de participación para tener validez. El propuesto por el DPP ha logrado un 35,81%, mientras que el lanzado por el Kuomintang apenas se ha quedado en el 35,72%. En cualquier caso, el ingreso de Taiwan en la ONU está descartado, ya que apenas 23 países del mundo reconocen su independencia y además porque China tiene derecho de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU. (Agencias)
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