LA VERGÜENZA DEL REY

Jenofonte nos menciona por el apoyo que le dimos a los lacedemonios, éramos celtas, mas de cincuenta. En realidad somos más de cien y estamos en todo el mundo judicial preocupados por la vergüenza que nos produce difamarnos y habernos utilizado.

Por: Fernando O´Phelan Pérez.
(fernandoophelan@yahoo.com.mx)

Hace varios años un siervo de la corte quiso que me encargara de publicar un informe psiquiátrico sobre un miembro de la asamblea de ancianos. No lo hice pues me dio dolor juzgarlo, sin embargo hoy luego de varios años veo a ese mismo siervo al lado del nuevo rey de la justicia, sin rubor alguno. Como empezó ésta historia… En el reino de la Justicia hay cantabros, astures, nerios y caperos.

Casi todos en la asamblea son druidas que empezaron con su doctrina de la inmortalidad del alma pero les faltaba lo que el cristianismo sembró en la religión: el amor o la caridad. Aunque así se acabó el druisdismo este nuevo rey de la justicia nunca dejo de serlo. Mi nombre es simplemente Breno, fui jefe de los celticos en las luchas contra Cayo Julio César. Hoy, en mi retiro solo escribo para consolarme.

Recuerdo que una vez el nuevo emperador dijo: tenía un sirviente que me decía recuerda que eres mortal y por mantenerlo a su lado logró triunfar sobre mí. Cuando el nuevo Rey de la Justicia visitó justiapolis contó un chiste de mal gusto. Le dijo a una asamblea de viejos con 75 % de credibilidad, frente a su humilde 10%, que él tuvo un consejero al que le decía lo mismo.

“Recuerda que eres mortal, que hiciste una promesa ante tu logia, en la vieja casa del escribidor de Miraflores y como signo de su poder, luego que logró coronarse lo echó hacia "Beturia Celticorum" la parte noroeste de la Bética, para siempre”. Nadie sonrió. Hoy todos los recuerdos de anécdotas y traiciones solo aturden mi memoria. Estoy a punto de morir de viejo y no me queda otra cosa que contarlo para prevenir a las nuevas generaciones celtas del tiempo circular en que vivimos.

Que hacer cuando las personas que lo eligen a uno como consejero para mejorar su imagen, para limar sus errores en el pasado, para planificar ideas, organizar equipos, contactar el mundo exterior, explorar a los germanos, luego de obtener el poder, por mas que prometieron por todos los semidioses druidas que buscarían salvar el mundo judicial (aunque claro al mundo siempre hay que salvarlo), solo tenían una visión real oscurantista llena de ego insensato y temor a que cualquier otro fuera superior a él.

Los celtas siempre hemos enfrentado la vida como una guerra entre los traidores y los soñadores, los justos, los claudicantes. Jenofonte nos menciona por el apoyo que le dimos a los lacedemonios, éramos celtas, mas de cincuenta. En realidad somos más de cien y estamos en todo el mundo judicial preocupados por la vergüenza que nos produce difamarnos y habernos utilizado.

Sentimos tristeza porque el consejo de ancianos cree en Apolonio de Rodas a pesar de su esencia rudimentaria o en las mentiras de la casa de la colina negra de José Antonio Cotrina. Quien mejor nos narra es Aristóteles. Dice que somos modelo de gentes insensibles al miedo: “Por tanto, ni es valiente uno si soporta lo espantoso por ignorancia, ni si lo hace por pasión, aún conociendo cuánto es el peligro, como los celtas, tomando las armas, hacen frente a las olas. Y, en general, la valentía bárbara se da acompañada de pasión".

Por eso escribo para que los amigos y los enemigos, los honestos y los corruptos, los hombres de leyes y los del dinero, los que usan la polis y la logia como escudos para mentir así como los valientes ocultos, escribo para que sepan lo que ocurrió y lo que todavía está por pasar. Dedico mi pesar y mi esperanza al héroe, Finn mac Cumhaill.

Finn fue criado por un druida, con el don de profetizar, se casa con Sava, una mujer encantada que termina convertida en ciervo por el maligno Druida Negro, y es que a lo largo de su vida mantuvo contactos con el mundo sobrenatural. Su muerte tuvo que ver con la prohibición de beber de un cuerno. Cuando el héroe, ya viejo, es abandonado por los Fiannas (el nombre de mi verdadero restaurante), intenta probar su fuerza saltando sobre un río, pero quebró la ley y perece ahogado.

Su triste muerte se debe al maltrato a un joven guerrero del Ulster, su rival por el afecto de la bella Gráinne, esto lo presenta un tanto celoso y posesivo hasta el punto de matar a su rival amoroso usando la magia. Este triángulo amoroso se repite en diversas historias judiciales el joven amante, la joven doncella y el anciano pretendiente.

Han pasado cincuenta años desde que el nuevo Rey Judicial tomó el poder por primera vez en una abierta traición a la cultura celta que lo quiso forjar, solo me queda narrarla para que nadie, nadie diga que no lo expliqué. Las personas en el reino no saben hacia donde van, los siervos de palacio están desconcertados.

Tampoco nadie puede decir que las cosas en este mundo no se enmiendan y que la historia y la mitología solo son armas para poder entrar en razón. Escribir no es declarar la guerra y fomentar el caos sino alertar, porque en un caos de este tipo todos mueren y la verdad en el reino, nadie, ni el siervo traidor-protector, se lo merece.