Tras la operación, se procedió al desembarco de la tripulación que permanecía en los buques. En cuestión de minutos, una serie de detonaciones se ejecutaron ante la presencia militar. Finalmente, los efectivos portando el estandarte peruano llegaron hasta la costa, sellando la exitosa operación.
Con la intervención de 300 hombres de la Marina de Guerra del Perú, la playa Huanchaquito, situada en el distrito de Huanchaco, provincia de Trujillo (La Libertad) fue "tomada" en una operación de entrenamiento denominada “Anfibio”. Esta intervención consiste en que, en un supuesto conflicto bélico, efectivos de la Marina se apoderen de las costas del enemigo con la participación de buques, aviones y helicópteros desde donde descienden paracaidistas y efectivos de operaciones especiales, quienes cumplieron la misión de evitar que soldados enemigos impidan la incursión marítima.
Al lugar llegaron decenas de personas al advertir la presencia de los buques “Eten” y “Pisco”, ambos participantes en la segunda guerra mundial (1939 - 1945) y que, posteriormente fueron donados a la Marina de Guerra del Perú. Minutos más tarde, 13 paracaidistas descendieron de una aeronave Antonov a más de 12 mil pies de altura. Asimismo, otros efectivos descendieron de los cerca de 6 helicópteros que merodeaban la zona. Estos últimos participantes de la operación Chavín de Huántar, en la residencia del embajador japonés, en el año 1997.
Con la intervención de 300 hombres de la Marina de Guerra del Perú, la playa Huanchaquito, situada en el distrito de Huanchaco, provincia de Trujillo (La Libertad) fue "tomada" en una operación de entrenamiento denominada “Anfibio”. Esta intervención consiste en que, en un supuesto conflicto bélico, efectivos de la Marina se apoderen de las costas del enemigo con la participación de buques, aviones y helicópteros desde donde descienden paracaidistas y efectivos de operaciones especiales, quienes cumplieron la misión de evitar que soldados enemigos impidan la incursión marítima.
Al lugar llegaron decenas de personas al advertir la presencia de los buques “Eten” y “Pisco”, ambos participantes en la segunda guerra mundial (1939 - 1945) y que, posteriormente fueron donados a la Marina de Guerra del Perú. Minutos más tarde, 13 paracaidistas descendieron de una aeronave Antonov a más de 12 mil pies de altura. Asimismo, otros efectivos descendieron de los cerca de 6 helicópteros que merodeaban la zona. Estos últimos participantes de la operación Chavín de Huántar, en la residencia del embajador japonés, en el año 1997.
Tras la operación, se procedió al desembarco de la tripulación que permanecía en los buques. En cuestión de minutos, una serie de detonaciones se ejecutaron ante la presencia militar. Finalmente, los efectivos portando el estandarte peruano llegaron hasta la costa, sellando la exitosa operación. El responsable de la intervención, el vicealmirante Carlos Chanduvi Salazar, dijo que este entrenamiento es parte de los que se realizan durante el año en las costas del litoral peruano para preparar a su personal, frente a cualquier situación bélica.
“Es un entrenamiento que se realiza periódicamente en las costas peruanas para preparar a nuestra gente en los diferentes estados del mar y así estar listos frente a cualquier eventualidad”, señaló. “En esta intervención participaron cerca de 300 hombres de infantería de la marina, del cuerpo de operaciones especiales, de las unidades de superficie y de tripulación de aeronaves, quienes se entrenan para la operación Anfibio y así proyectar las fuerzas del mar hacia la costa”, agregó. Chanduvi Salazar recordó que el año 2006, su institución realizó una operación parecida en el puerto de Salaverry.
“Es un entrenamiento que se realiza periódicamente en las costas peruanas para preparar a nuestra gente en los diferentes estados del mar y así estar listos frente a cualquier eventualidad”, señaló. “En esta intervención participaron cerca de 300 hombres de infantería de la marina, del cuerpo de operaciones especiales, de las unidades de superficie y de tripulación de aeronaves, quienes se entrenan para la operación Anfibio y así proyectar las fuerzas del mar hacia la costa”, agregó. Chanduvi Salazar recordó que el año 2006, su institución realizó una operación parecida en el puerto de Salaverry.
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