En nuestra ciudad, que siempre ha sido considerada como una de las más cultas, nunca se ha visto este tipo de actitudes. Escuchar al alcalde de nuestra ciudad insultar a toda autoridad que no esté de acuerdo o a quien se atreva a cuestionar su mediocre gestión municipal, decir “son mantenidos y comechados” a los periodistas.
Por: Enrique Benites Delgado
Un tema que viene tomando mucho interés entre estudiosos sociales, es lo referente a la Cultura Política para tratar de explicar la actividad política a partir de factores culturales dadas las contradicciones que se presentan en la sociedad. Lucian Pye dice: “La cultura política se refiere al comportamiento derivado de las condiciones sociales, económicas y culturales que adquiere el individuo”. Quiere decir que de acuerdo a la adquisición de valores que se ha obtenido será su respuesta y comportamiento ante algún acontecimiento. Si esto lo llevamos a la política igual será su comportamiento.
Esta respuesta individual, a su vez, representará la característica de una institución y sus relaciones con la sociedad. Mientras estas relaciones sean más elevadas, los valores cívicos y de respeto sean más cultivadas, serán un elemento fundamental de la fortaleza de la institución, pues “estas deben tener una concepción y definición entre lo bueno y lo malo, entre lo justo y lo injusto” ídem, según ello impartirá justicia. En este sentido la actitud del individuo o autoridad “implica una determinada toma de posición o un propósito ante determinado fenómeno, es decir en las instituciones sociales las motivaciones tienen un gran peso”. (Durand Ponte, 2001).
Es importante este tema por lo que está sucediendo en nuestra ciudad. Las motivaciones políticas están llevando las autoridades municipales a utilizar un lenguaje altisonante, agresivo e insultante. En nuestra ciudad, que siempre ha sido considerada como una de las más cultas, nunca se ha visto este tipo de actitudes. Escuchar al alcalde de nuestra ciudad insultar a toda autoridad que no esté de acuerdo o a quien se atreva a cuestionar su mediocre gestión municipal, decir “son mantenidos y comechados” a los periodistas. No han pasado ni un mes de ello y ha vuelto tildar de “sinvergüenza y delincuente” a otro.
En el colmo de la intolerancia a dicho: “lo ratifico, nadie me cambia”. Actitud que linda con el autoritarismo. ¿Dónde ha adquirido su cultura? Cobarde, huachafo, mantenido, fueron algunos de los epítetos proferidos por regidores contra otro de su propia bancada, APP. Todo es copia fiel del estilo del jefe de su agrupación. Es decir no tienen la cultura política suficiente para dirigir y gobernar una ciudad como la nuestra. Cada uno de ellos y ellas se vuelven más agresivos y agresivas. Cada uno de ellos y ellas insultan más y más, parecería que están en una loca carrera de hacer méritos para “ganar” algo no importando la forma ni el cómo, hasta lo escriben.
Por ello, quizás, una de ellas, lleva siempre el estigma del por qué salió del banco donde trabajaba. Tienen títulos a montones, eso no hay vuelta que darles, pero lo que les falta es sentido común y cultura política la misma que debe encaminar hacía un solo fin: la consolidación del sistema democrático en nuestro país. Lo contrario, las actitudes nefastas desdicen, desprestigian e influyen de manera negativa sobre la democracia y el Estado del que somos parte; de ello suelen valerse los dictadores y tiranos para capturar el poder que nosotros mismos, al denigrarla, propiciamos que esto suceda.
A esto están contribuyendo las acciones oportunistas del alcalde. Mentir sobre el FONCOMUN y su marcha, es algo que linda con la politiquería barata de alguien que solo busca un beneficio político aprovechándose de la coyuntura económica que atraviesa el país por causas internacionales. Por ello ha sido su fracaso. Eduquemos y culturicemos, que la cultura política de los ciudadanos y de sus autoridades es tan importante como las instituciones, por lo tanto debemos elevarla y fortalecerla para ser cada vez más grandes. Después no se lamenten.
Por: Enrique Benites Delgado
Un tema que viene tomando mucho interés entre estudiosos sociales, es lo referente a la Cultura Política para tratar de explicar la actividad política a partir de factores culturales dadas las contradicciones que se presentan en la sociedad. Lucian Pye dice: “La cultura política se refiere al comportamiento derivado de las condiciones sociales, económicas y culturales que adquiere el individuo”. Quiere decir que de acuerdo a la adquisición de valores que se ha obtenido será su respuesta y comportamiento ante algún acontecimiento. Si esto lo llevamos a la política igual será su comportamiento.
Esta respuesta individual, a su vez, representará la característica de una institución y sus relaciones con la sociedad. Mientras estas relaciones sean más elevadas, los valores cívicos y de respeto sean más cultivadas, serán un elemento fundamental de la fortaleza de la institución, pues “estas deben tener una concepción y definición entre lo bueno y lo malo, entre lo justo y lo injusto” ídem, según ello impartirá justicia. En este sentido la actitud del individuo o autoridad “implica una determinada toma de posición o un propósito ante determinado fenómeno, es decir en las instituciones sociales las motivaciones tienen un gran peso”. (Durand Ponte, 2001).
Es importante este tema por lo que está sucediendo en nuestra ciudad. Las motivaciones políticas están llevando las autoridades municipales a utilizar un lenguaje altisonante, agresivo e insultante. En nuestra ciudad, que siempre ha sido considerada como una de las más cultas, nunca se ha visto este tipo de actitudes. Escuchar al alcalde de nuestra ciudad insultar a toda autoridad que no esté de acuerdo o a quien se atreva a cuestionar su mediocre gestión municipal, decir “son mantenidos y comechados” a los periodistas. No han pasado ni un mes de ello y ha vuelto tildar de “sinvergüenza y delincuente” a otro.
En el colmo de la intolerancia a dicho: “lo ratifico, nadie me cambia”. Actitud que linda con el autoritarismo. ¿Dónde ha adquirido su cultura? Cobarde, huachafo, mantenido, fueron algunos de los epítetos proferidos por regidores contra otro de su propia bancada, APP. Todo es copia fiel del estilo del jefe de su agrupación. Es decir no tienen la cultura política suficiente para dirigir y gobernar una ciudad como la nuestra. Cada uno de ellos y ellas se vuelven más agresivos y agresivas. Cada uno de ellos y ellas insultan más y más, parecería que están en una loca carrera de hacer méritos para “ganar” algo no importando la forma ni el cómo, hasta lo escriben.
Por ello, quizás, una de ellas, lleva siempre el estigma del por qué salió del banco donde trabajaba. Tienen títulos a montones, eso no hay vuelta que darles, pero lo que les falta es sentido común y cultura política la misma que debe encaminar hacía un solo fin: la consolidación del sistema democrático en nuestro país. Lo contrario, las actitudes nefastas desdicen, desprestigian e influyen de manera negativa sobre la democracia y el Estado del que somos parte; de ello suelen valerse los dictadores y tiranos para capturar el poder que nosotros mismos, al denigrarla, propiciamos que esto suceda.
A esto están contribuyendo las acciones oportunistas del alcalde. Mentir sobre el FONCOMUN y su marcha, es algo que linda con la politiquería barata de alguien que solo busca un beneficio político aprovechándose de la coyuntura económica que atraviesa el país por causas internacionales. Por ello ha sido su fracaso. Eduquemos y culturicemos, que la cultura política de los ciudadanos y de sus autoridades es tan importante como las instituciones, por lo tanto debemos elevarla y fortalecerla para ser cada vez más grandes. Después no se lamenten.
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