Inicio su trabajo a los 10 años de edad. Murió en la completa orfandad, solo al cuidado de su abuelita que tiene mas de 80 años y esta pidiendo ayuda para trasladar sus restos desde la Capital de la República y poder enterrarlo en el distrito La Esperanza, donde residió toda su vida.
Un humilde canallita que voceo y vendió por 30 años diarios y revistas en la ciudad de Trujillo, murió ayer en la Capital de la República, luego de una penosa enfermedad, a los 40 años de edad. Tito Alberto Quispe Gamarra, desde el mes de marzo de este año (2009) comenzó a padecer una penosa enfermedad, habiendo sido llevado a Neoplásicas de Lima, donde le descartaron cáncer, luego lo trajeron a esta ciudad, pero se negaron admitirlo en los hospitales de Trujillo, teniendo que regresarlo a Lima donde falleció en el Hospital Santa Rosa.
Murió en la completa orfandad, solo al cuidado de su abuelita que tiene más de 80 años y está pidiendo ayuda para trasladar sus restos desde la Capital de la República y poder enterrarlo en el distrito La Esperanza, donde residió toda su vida. Su abuelita, doña Jesús Castañeda Fernández, está solicitando al Sindicato de Trabajadores de Diarios y Revistas, que preside Elena Avalos, instituciones y personas caritativas que lo apoyen, para trasladar sus restos de la ciudad de Lima y sepultarlo en su distrito.
La ayuda lo pueden hacer llegar en su domicilio de la calle Bernardo O’Higgins Nº 1580 5to paradero, parte alta del distrito La Esperanza o llamando al teléfono Nº 271425. Se espera que la comunidad trujillana se haga presente y ayude a esta humilde anciana a trasladar y enterrar al desaparecido canillita.
Un humilde canallita que voceo y vendió por 30 años diarios y revistas en la ciudad de Trujillo, murió ayer en la Capital de la República, luego de una penosa enfermedad, a los 40 años de edad. Tito Alberto Quispe Gamarra, desde el mes de marzo de este año (2009) comenzó a padecer una penosa enfermedad, habiendo sido llevado a Neoplásicas de Lima, donde le descartaron cáncer, luego lo trajeron a esta ciudad, pero se negaron admitirlo en los hospitales de Trujillo, teniendo que regresarlo a Lima donde falleció en el Hospital Santa Rosa.
Murió en la completa orfandad, solo al cuidado de su abuelita que tiene más de 80 años y está pidiendo ayuda para trasladar sus restos desde la Capital de la República y poder enterrarlo en el distrito La Esperanza, donde residió toda su vida. Su abuelita, doña Jesús Castañeda Fernández, está solicitando al Sindicato de Trabajadores de Diarios y Revistas, que preside Elena Avalos, instituciones y personas caritativas que lo apoyen, para trasladar sus restos de la ciudad de Lima y sepultarlo en su distrito.
La ayuda lo pueden hacer llegar en su domicilio de la calle Bernardo O’Higgins Nº 1580 5to paradero, parte alta del distrito La Esperanza o llamando al teléfono Nº 271425. Se espera que la comunidad trujillana se haga presente y ayude a esta humilde anciana a trasladar y enterrar al desaparecido canillita.
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