De esta manera, la población se sentirá efectivamente protegida y garantizada ante la presencia de las unidades móviles edilicias. Además, esa será la muestra palpable de los indispensables lazos de vinculación y amistad institucional que se deben de manera recíproca la policía y la municipalidad.
Por: Freddy Gálvez Delgado
A fines de la semana pasada se concretó en Trujillo un operativo conjunto gigante entre la Policía Nacional y Seguridad Ciudadana. La importante acción, programada en horas de la noche, tuvo una duración de más de cuatro horas y concluyó con positivos resultados. El lugar de concentración fue la plaza de armas y contó con la presencia del jefe de la III Dirección Territorial de la Policía y el alcalde provincial.
La movilización concentró a los efectivos de la Policía Nacional y de Seguridad Ciudadana provistos de la indumentaria y los elementos adecuados al cumplimiento de su labor. Es de suponer que, de manera previa, se hayan reunido los representantes de ambos organismos para planificar el trabajo a desarrollar. El operativo programado contra la delincuencia causó honda satisfacción en la colectividad porque aclaró supuestas discrepancias que podrían existir entre las mencionadas entidades.
La ciudadanía en su integridad aplaudió la medida y espera que campañas de esta naturaleza se realicen cada semana, mucho mejor si son de improviso. El factor sorpresa cumple un papel primordial en la estrategia que debe estructurarse para enfrentar a los elementos del mal vivir que atentan contra el orden y la tranquilidad en Trujillo. No faltaron quienes expresaron que debe aprovecharse este excelente momento de armonía existente para incorporar un agente policial en las camionetas de seguridad ciudadana.
Tal como ocurrió hace un tiempo. Durante la primera semana que se implantó el servicio dentro del radio urbano. Esta simple medida constituirá el verdadero refuerzo y soporte que necesitan los quince vehículos que circundan actualmente la ciudad sólo con personal municipal. El planteamiento se sustenta en que quienes están designados por el concejo carecen de las armas de reglamento y, más aún, de las atribuciones propias de la policía.
De esta manera, la población se sentirá efectivamente protegida y garantizada ante la presencia de las unidades móviles edilicias. Además, esa será la muestra palpable de los indispensables lazos de vinculación y amistad institucional que se deben de manera recíproca la policía y la municipalidad. Que todo se haga por devolver la calma y el ambiente de paz que siempre caracterizó a Trujillo y que, lamentablemente, se perdió hace mucho tiempo.
Se empezó hace poco ubicando policías en las esquinas del centro cívico, continúa con los operativos conjuntos, ahora falta designar el policía en los vehículos municipales. Todo lo realizado hasta ahora cuenta con el apoyo de la colectividad. Falta lo menos. Una gestión complementaria y nos sentiremos mucho más seguros y confiados al transitar por las calles…
Por: Freddy Gálvez Delgado
A fines de la semana pasada se concretó en Trujillo un operativo conjunto gigante entre la Policía Nacional y Seguridad Ciudadana. La importante acción, programada en horas de la noche, tuvo una duración de más de cuatro horas y concluyó con positivos resultados. El lugar de concentración fue la plaza de armas y contó con la presencia del jefe de la III Dirección Territorial de la Policía y el alcalde provincial.
La movilización concentró a los efectivos de la Policía Nacional y de Seguridad Ciudadana provistos de la indumentaria y los elementos adecuados al cumplimiento de su labor. Es de suponer que, de manera previa, se hayan reunido los representantes de ambos organismos para planificar el trabajo a desarrollar. El operativo programado contra la delincuencia causó honda satisfacción en la colectividad porque aclaró supuestas discrepancias que podrían existir entre las mencionadas entidades.
La ciudadanía en su integridad aplaudió la medida y espera que campañas de esta naturaleza se realicen cada semana, mucho mejor si son de improviso. El factor sorpresa cumple un papel primordial en la estrategia que debe estructurarse para enfrentar a los elementos del mal vivir que atentan contra el orden y la tranquilidad en Trujillo. No faltaron quienes expresaron que debe aprovecharse este excelente momento de armonía existente para incorporar un agente policial en las camionetas de seguridad ciudadana.
Tal como ocurrió hace un tiempo. Durante la primera semana que se implantó el servicio dentro del radio urbano. Esta simple medida constituirá el verdadero refuerzo y soporte que necesitan los quince vehículos que circundan actualmente la ciudad sólo con personal municipal. El planteamiento se sustenta en que quienes están designados por el concejo carecen de las armas de reglamento y, más aún, de las atribuciones propias de la policía.
De esta manera, la población se sentirá efectivamente protegida y garantizada ante la presencia de las unidades móviles edilicias. Además, esa será la muestra palpable de los indispensables lazos de vinculación y amistad institucional que se deben de manera recíproca la policía y la municipalidad. Que todo se haga por devolver la calma y el ambiente de paz que siempre caracterizó a Trujillo y que, lamentablemente, se perdió hace mucho tiempo.
Se empezó hace poco ubicando policías en las esquinas del centro cívico, continúa con los operativos conjuntos, ahora falta designar el policía en los vehículos municipales. Todo lo realizado hasta ahora cuenta con el apoyo de la colectividad. Falta lo menos. Una gestión complementaria y nos sentiremos mucho más seguros y confiados al transitar por las calles…
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