Se estima –agregó- que el recorrido de fe que comprende los 70 kilómetros que separan Otuzco de Trujillo, durará 16 horas. Asimismo, el presidente de Hermandad Sigifredo Benites, señaló que la patrona Universal de la Paz ingresará a la Catedral de Trujillo a las 9 de la noche.
Emoción y expectativa. Con singular entusiasmo, decenas de fieles residentes en la capital de la Fe, se alistan para acompañar a la Inmaculada Virgen de la Puerta en su VI Peregrinación de Fe y Evangelización a Trujillo para clausurar el Año Sacerdotal, el domingo 29 de agosto en la Plaza de Armas. “La Mamita” saldrá de su santuario de Otuzco el lunes 23 de agosto a las 5 de la madrugada, luego de una misa concelebrada por sacerdotes y vicarios de la sierra liberteña.
De inmediato en su María Móvil, iniciará su recorrido recibiendo a su paso diversos homenajes de pobladores que saldrán a la carretera para recibir su bendición. El presidente de la Hermandad de la Inmaculada Virgen de la Puerta, Sigifredo Benites, informó que harán un alto en el Desvío de Otuzco, en Casmiche, Plazapampa, Platanar, Con Con, Poroto, Shirán, Simbal, Menocucho, Quirihuac, Santa Rosa y Bello Horizonte, entre otros puntos del recorrido.
Se estima –agregó- que el recorrido de fe que comprende los 70 kilómetros que separan Otuzco de Trujillo, durará 16 horas. Sigigredo Benites, señaló que la patrona Universal de la Paz ingresará a la Catedral de Trujillo a las 9 de la noche. En el atrio de la Catedral será recibida con cantos, oraciones y repique de campanas. Miles de fieles le darán la bienvenida junto al Arzobispo Metropolitano de Trujillo y presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, monseñor Miguel Cabrejos Vidarte.
Esa noche y las posteriores hasta el 30 de agosto, pernoctará en la Basílica Catedral que permanecerá durante cinco días. Todas las noches se realizarán vigilias de oración a cargo de grupos parroquiales y hermandades. “No faltarán las bandas de música y los grupos de danzas “Esclavos”, “Coyas” y “Gitanas”, integrados por sus devotos que bailarán a sus pies, como una forma de agradecer algún favor obtenido, solicitar determinada gracia o simplemente con el propósito de alegrar el corazón de quienes se acercan a la Virgen de la Puerta de Trujillo, que retorna a Trujillo al encuentro de sus hijos después de largos 7 años.
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