Ojalá, pasada esta negra anécdota trujillana, los rapaces que contribuyeron a esta ignominia contra de un correcto policía, le pidan al menos disculpas. Señores jueces, sus alumnos esperan que lo que dicen en clase, lo cumplan en sus funciones.
Por Arturo Vásquez Terán (Trujillo) El próximo martes 27, no se sienta en el banquillo de los acusados de la Corte Superior de Justicia de La Libertad a escuchar una sentencia, Elidio Espinoza Quispe, si no el pueblo honesto y trabajador; especialmente los familiares de las víctimas asesinadas por extorsión y los sorprendidos estudiantes de Derecho. Ese martes al mediodía, al coronel PNP Elidio Espinoza Quispe y nueve efectivos de la Policía, acusados injustamente de integrar un Escuadrón de la Muerte, esperarán el veredicto de los jueces.
Y sabrán si pudo más la opinión de los peritos y las pruebas contundentes de su defensa, o los testigos sin rostro, sin alma y sin vergüenza. El martes 27 será un día crucial para los trujillanos y el mundo. Sabremos si se fortalece la moral ciudadana y la policial; o los actos delincuenciales de extorsionadores, sicarios, asaltantes, invasores y traficantes de terrenos, enseñoreándose en Trujillo el miedo y la inseguridad. La ciudadanía piensa, que sólo existen los derechos de los delincuentes y terroristas, más se habla de los derechos humanos de estas personas que sus víctimas, dígase policías, militares o ciudadanos.
El martes 27, los alumnos de los jueces que van a sentenciar, sabrán si sus profesores practican lo que predican. Señores jueces, revisen milimétricamente el expediente, que los testimonios, evidencias y peritajes que visualicen, trasluzcan mañana para ustedes, honor, justicia y verdad. Que se haga justicia para Elidio, que no solo quede libre, sino el reconocimiento de ser un defensor de la sociedad y la deuda por su lucha contra la delincuencia. Que los magistrados que lo juzgan, se den cuenta que ellos pueden ser mañana las víctimas de la delincuencia y que las leyes son para proteger a la sociedad y no a los que la destruyen.
La preocupación ciudadana, por el cambio del magistrado que llevó todo este proceso judicial, Carlos Ávalos, quien tuvo que viajar fuera de La Libertad, por temas laborales, asumiendo en su lugar Willian Aranda, es razonable. Pero si confiamos en la justicia, auguramos sapiencia, inteligencia y mucho criterio profesional del jurista Aranda. Que al final de este proceso, quede bien claro, que la lucha es de la ciudadanía y todas sus autoridades contra el hampa organizado. Y no, de la ciudadanía y sus autoridades, contra el hampa, algunos jueces y fiscales.
El martes 27 de setiembre de 2011, fecha que será recordada para siempre, estaremos juntos con Elidio Espinoza Quispe y sus nueve efectivos policiales, la gente honrada y honesta, los jóvenes, las amas de casa, los familiares de las víctimas, los que siguen siendo extorsionados, y si los jueces y fiscales lo desean también. Y repetiremos en coro las palabras de nuestro coronel Elidio: “somos inocentes, siempre lo hemos declarado, y acá estamos presentes esperando justicia”.
Y si vienen el “gordo Piero” y el “Negrasho”, seguiremos juntos, como los dedos de un puño, y acompañando en los reconocimientos al coronel Elidio y respaldando su labor contra el hampa, porque siempre debió ser condecorado y nunca enjuiciado. Las distinciones empezaron en Moche el sábado 24. ¿Después de todo esto, algún policía pondrá el pecho por la sociedad? Ojalá que sí.
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