Brasil es
consciente que es el país líder en la región, que no tiene competencia, pero
que a su vez necesita afianzar esa posición, necesita salir al Pacífico, para
mirar hacia los grandes mercados de Asia y California en Estados Unidos, de
allí su acercamiento a Perú ya que sabe que una alianza estratégica es de primera
importancia.
Por: Ismael
Iglesias León
Pocas veces el Perú, por no decir nunca, a lo largo de su historia republicana tuvo
la oportunidad como hoy para posicionarse en el contexto regional de las
naciones de Sudamérica, donde el orden geopolítico ha variado y ofrece a
nuestro país un escenario positivo, que de ser bien aprovechado nos colocará en
el rumbo correcto del desarrollo, en la eliminación de la pobreza y por ende,
en una sociedad moderna y civilizada.
En un vistazo rápido a la región podemos
afirmar que Argentina ha perdido el sitial que tenía hasta la primera mitad del
siglo XX, y de ser uno de los países más desarrollados de la región, hoy se
encuentra envuelta en una crisis económica producto de sus delirios políticos e
inseguridad jurídica, claramente enrumbada al caos. Ya no puede rivalizar (lo
que antes sí podía) con el gran hegemón de la región que es Brasil.
El Perú ha aprendido de su experiencia con Argentina, que los países no tienen
amigos, sino intereses, que deben estar correctamente establecidos en los
objetivos nacionales y la política exterior, aun cuando Torre Tagle apoye la
posición argentina respecto a las Islas Malvinas, en todo caso, tendrá mayor
cautela para la próxima vez. Chile
está cada vez más alejado de Ecuador,
preocupado en solucionar sus problemas de energía y sus grandes diferencias
internas, y ya no puede jactarse como antes de ser el principal aliado de
Brasil.
Tiene que resolver dos problemas vigentes
marítimos, con Perú y Bolivia, para
ello continúa armándose militarmente, para capturar por la razón o la fuerza,
como dice su escudo nacional, todo aquello que le haga falta para sobrevivir
como Estado nación, fiel a los postulados de Diego Portales, es una suerte de Israel pero sin enemigos reales.
Colombia ha sabido
aprovechar su condición de país bioceánico, envuelto en un conflicto interno
grave de narcoguerrilla, supo aliarse con los Estados Unidos y sale victorioso de ese flagelo, porque comprendió
que sin seguridad y defensa no hay desarrollo o crecimiento económico posible,
sino habría que mirar lo que está pasando con México a raíz de la violencia y el crimen organizado, hoy en día
Colombia camina firme hacia el futuro.
El Perú también debe aliarse con este país
con problemas tan similares al nuestro y que los está superando, aprender de
sus errores y aplicar a nuestra realidad sus aciertos. Por su parte, Ecuador
está muy lejos de ser el enemigo de Perú, y cada vez son más grandes los
esfuerzos de integración en todos los campos, compartiendo electricidad
fronteriza, gabinetes binacionales, etc.
Brasil es consciente que es el país líder en
la región, que no tiene competencia, pero que a su vez necesita afianzar esa
posición, necesita salir al Pacífico, para mirar hacia los grandes mercados de Asia y California en Estados Unidos,
de allí su acercamiento a Perú ya que sabe que una alianza estratégica con
nosotros es de primera importancia.
El Perú debe comprender que para nosotros
también es una cuestión de vital importancia mirar hacia Brasil, tener una
alianza estratégica que abarque todos los campos, además del de infraestructura
de carreteras interoceánicas o energía, deben promoverse puertos libres o con
facilidades tanto en el norte, centro y sur de nuestra costa, como último
kilómetro de carreteras interoceánicas, infraestructura aeroportuaria, fluvial,
vuelos fronterizos, intercambios culturales, investigación y tecnología.
Asimismo, apoyo diplomático para su inclusión
como Miembro Permanente del Consejo de Seguridad de la ONU. También el intercambio
y cooperación en inteligencia, integración del Sistema de Vigilancia y
Protección Amazónica basados en sensores terrestres, aéreos y aeroespaciales, el
combate al narcotráfico, a la minería ilegal, a la tala ilegal de madera, al
contrabando, etc.
Y como no, ninguna alianza estratégica entre
naciones se da sin una estrecha cooperación militar, que nuestras Fuerzas
Armadas participen profesionalmente en ejercicios internacionales para proteger
al pulmón de la humanidad, que es la Amazonía, de tanto depredador que la
acecha. Cualquier estadista, que se precie de serlo, debe a su vez ser un
estratega, entendiéndose como estrategia al conjunto de acciones planificadas
sistemáticamente en el tiempo que se realizan para alcanzar un objetivo.
Eso es lo que debe estar claro y difundido
entre los peruanos, el o los objetivos a alcanzar, los objetivos nacionales del
Perú, así como sus intereses nacionales, que no son otra cosa que los objetivos
a conseguir y proteger frente a otros estados. El Perú es un país maravilloso y
grande y no puede perderse esta oportunidad de subirse para siempre al tren de
la historia.
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