La orden de captura
es por una medida cautelar dentro de proceso, otorgada por el juez Neblo Carmen
Palacios, titular del 5° Juzgado de Paz Letrado, emitida desde el 30 de mayo
del presente año. La orden de captura fue dada por el Mayor Segundo Otero, de
la Policía de Tránsito, el 4 de junio.
Cuando
terminaba la tarde del jueves, el gerente edil Luis Valdez Farías, fue detenido
por la policía al estar sorpresivamente su auto con orden de captura, por
mandato del titular del 5° Juzgado de paz letrado, que mediante oficio
204-2012-5JPLT-CMI, pidió a la policía poner a disposición el vehículo, a fin
de cubrir la reparación civil de un proceso perdido por el alto funcionario.
En
efecto, se trata del proceso por difamación (expediente 1585-2012) que el juez
Hugo Francisco Escalante Peralta interpuso contra el gerente Luis Valdez por
declaraciones dadas por este último sobre el caso SEDALIB, al
parecer Valdez acusó al juez de hechos que no pudo probar y mediante un rápido
proceso mediante el nuevo código penal habría sido sentenciado como responsable
de difamación y condenado al pago de una cuantiosa reparación civil.
El
auto es un moderno auto Jeep Cherokee, del 2012, con placa 710-223, de color
negro, valorizado en cerca de 60 mil nuevos soles. La orden de
captura es por una medida cautelar dentro de proceso, otorgada por el juez
Neblo Carmen Palacios, titular del 5° Juzgado de Paz Letrado, emitida desde el
30 de mayo del presente año. La orden de captura fue dada por el Mayor Segundo Otero, de la Policía de
Tránsito, el 4 de junio, y ejecutada cuando el auto del gerente edil salía del
Coliseo inca, donde el funcionario asistía a un evento deportivo interno.
El
lugar y la hora exacta de la detención, si es que opuso resistencia, fueron
detalles que el Jefe de la Comisaría de Ayacucho se negó a dar a la prensa,
alegando reserva del caso. Igualmente el gerente edil, a la salida de la
comisaría, cerca de las 9 de la noche, ataviado con vestimenta deportiva,
brevemente declaró que todo era causado por "haber defendido los intereses
de Trujillo", pero se negó a dar mayores detalles, abandonando raudamente
el lugar, huyendo de la prensa.
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