Reveló el subgerente de regulación sectorial de la Gerencia Regional de Salud, Arístides Aurora Prado. Problemática será materia de disertación en importante foro el próximo 25 de junio en la Cámara de Comercio y Producción de La Libertad, donde se enfatizará la aplicación de la Norma Técnica de Salud Nº 096 – MINSA/DIGESA
A un año de haber entrado en vigencia la Norma Técnica de Salud Nº 096 – MINSA/DIGESA —que regula la adecuada gestión de residuos sólidos de los establecimientos de salud—, al menos 60 centros médicos, entre públicos y privados, fueron sancionados por la Subgerencia de Regulación Sectorial de la Gerencia Regional de Salud al haber transgredido dicha disposición, pues se comprobó que contaminan el medio ambiente y amenazan con brotes de infecciones mortales en perjuicio de la comunidad.
Así lo informó el subgerente de la institución fiscalizadora, Arístides Aurora Prado, quien señaló que “aunque se han ejecutado avances importantes”, muchos de los establecimientos todavía expelen sus restos hospitalarios de manera doméstica. “En el 2013, fuimos trabajando de manera preventiva, orientando sobre la implementación de una serie de servicios al interno de los centros de salud. Luego de eso, empezamos con las sanciones económicas, llegando a multar a un promedio de 60 establecimientos en la provincia”, reveló el funcionario.
“En éstos encontramos problemas en el transporte y segregación de sus desechos, los mismos que carecían de un ambiente adecuado para almacenarlos”, explicó el también ponente principal del foro: “Gestión y Manejo de los Residuos Sólidos en los Establecimiento de Salud y Servicios Médicos de Apoyo”, que se desarrollará el próximo 25 de junio en la Cámara de Comercio y Producción La Libertad (CCPLL), en coorganización con el Instituto Peruano de Reciclaje y el Gobierno Regional de La Libertad.
Se conoce que estos desperdicios hospitalarios terminan muchas veces en al botadero de El Milagro y en la Vía Evitamiento, donde decenas de personas que trabajan reciclando se exponen al peligro de enfermedades infecciosas con el manejo de jeringas, objetos punzocortantes, algodones y material biológico. “La persona que trabaja con esa basura puede contagiarse de enfermedades como hepatitis B, C y VIH. También se puede contraer enfermedades epidérmicas, intestinales y problemas inmunológicos”, manifestó el experto.
Otra opinión crítica la tuvo el gerente general del Servicio de Gestión Ambiental (Segat), Kenny Heredia García, al indicar que los representantes de los servicios de salud desconocen de la problemática pese a la exhaustiva difusión de la normativa. “Este sigue siendo un problema latente. Ubicamos restos en la Vía Evitamiento y en Chan Chan, lo que se ha vuelto una eventualidad de riesgo para los 350 recicladores que allí trabajan. No sabemos la cantidad de toneladas que estos centros arrojan”, reveló.
“Sin embargo, nos reunimos con los representantes de los centros de salud hace un año para ver los mecanismos de procesamiento, y recuerdo que hubo mucho desconocimiento del tema. Definitivamente, esto es competencia de ellos”, explicó. En ese marco, el decano departamental del Colegio Médico de La Libertad, Dr. Luis Arteaga Temoche, fustigó a las instancias estatales por no implementar un sistema integral para el tratamiento y acopio de residuos sólidos. En este caso de los hospitales del Minsa y el seguro social, pues el problema pasa por un tema presupuestal.
“Las instancias estatales muestran una despreocupación y una incapacidad para tener un sistema de manejo de residuos. Muchas personas pueden verse perjudicadas por el contacto con esa basura”, manifestó. Arístides Aurora adelantó que para mitigar la amenaza de salud, la empresa privada Innova Ambiental Relima planea colocar el primer relleno sanitario del norte del Perú, cuya inversión todavía no está prevista, aunque se encuentra en la etapa de implementación de su Estudio de Impacto Ambiental (EIA).
“Se trata de una iniciativa privada que busca administrar el acopio de los residuos sólidos. Ya tiene la opinión favorable de la Gerencia Regional de Salud. Se trata de un terreno de 100 hectáreas que queda en Ascope. Ahora se encuentra en la etapa de realización de su Estudio de Impacto Ambiental, que es necesario. Con este proyecto se ganarán dos cosas: reducción de costos de las empresas en el transporte y tratamiento de sus residuos en Lima y se facilita un lugar cercano donde no habrá excusa para arrojar los desechos en otras zonas”, aseveró.
No hay comentarios:
Publicar un comentario