“Cultivamos esta piña desde hace muchos años, es la piña ‘portuguesa’ que producimos allá. Nosotros estamos a una altura de 2,350 metros sobre el nivel del mar, el clima es templado y hace calorcito, por eso nuestra piña es dulce”, dice doña Roxana Irigoin Cubas, campesina del sector El Triunfo en Cajamarca.
Una variedad de piña que se cultiva en las comunidades del distrito de Chalamarca, en la provincia de Chota, Cajamarca, está sorprendiendo a los visitantes del Gran Mercado de Mistura 2014. Lo trajeron los pequeños productores asociados al proyecto Mi Chacra Emprendedora-Haku Wiñay de FONCODES, programa del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social. Después de hacer degustar a quienes se animan a probarla, Roxana Irigoin Cubas, una campesina madre de dos niñas, comprueba que valió la pena traer desde El Triunfo y Marcopata mil unidades de esta fruta que ella y un grupo de campesinos cosecharon para presentarlos en Mistura.
Del lote de aproximadamente 2 toneladas y media, apenas le quedaban en stock unos 300 kilos. Roxana dice que espera retornar sin cargamento alguno, más bien con las manos llenas de ganancias para compartirlas con su coterráneos, pero sobre todo con un cúmulo de experiencias y aprendizajes de comercialización y venta que le ayudarán a las familias productoras a ser exitosos en los mercados regionales. Este tipo de piña tiene la corteza externa de color ligeramente rojiza, la pulpa es de color amarillo intenso con aroma peculiar, dulce y jugosa.
“Cultivamos esta piña desde hace muchos años, es la piña ‘portuguesa’ que producimos allá. Nosotros estamos a una altura de 2,350 metros sobre el nivel del mar, el clima es templado y hace calorcito, por eso nuestra piña es dulce”, dice doña Roxana, aclarando que se cultiva sin agroquímicos, y que puede comerse directamente en rodajas, picado en pequeños trozos, en ensalada de frutos, o en jugo, sin agregarle azúcar. También puede prepararse en almíbar o como mermelada.
Irigoin Cubas es usuaria del proyecto Haku Wiñay, mediante el cual recibe capacitación y asistencia técnica para el fortalecimiento de los sistemas de producción familiar, y para la implementación y desarrollo de planes de negocios rurales inclusivos, como lo está haciendo con la piña orgánica. Dependiendo de su tamaño, cada ejemplar lo vende a un costo variable entre 5 a 10 nuevos soles. Haku Wiñay está presente en las comunidades ubicadas en los centros poblados de Nogal, Miravalle, Rosaspampa, Bajo Chalamarca, Conga El Verde, Alto Verde, Santa Clara, Numbral, La Unión, Huayrasitana, Bella Andina, El Mirador y Nuevo Oriente del distrito de Chalamarca, en la provincia de Chota.
En todos estos territorios de Chalamarca, FONCODES está invirtiendo 4 millones 923 mil 383 nuevos soles para desarrollar capacidades productivas y emprendimientos rurales de 1,330 hogares usuarios. Pero de Cajamarca también llegaron otros productores y yachachiq (maestros campesinos) que trabajan en el proyecto Haku Wiñay brindando capacitación en tecnologías productivas. Omar Romero Santillán, vive en el distrito de Condebamba, provincia de Cajabamba, región Cajamarca. Dice que es yachachiq, que cultiva ñuña o numia, como otros productores usuarios del proyecto.
“Nosotros en Condebamba la llamamos ñuña, es una especie de frijol nativo. Tenemos 52 variedades. Es una leguminosa nutritiva que se cultiva en sembríos asociados con el maíz. Contiene proteínas, minerales y carbohidratos. Puede prepararse como los frijoles comunes, para acompañar a los guisos de carnes o de cecina, pero también se come como la cancha de maíz luego de tostarla en ollas de barro. Se cocina mucho más rápido que el frijol, y el cultivo se adapta muy bien entre los 2 mil 400 a 3 mil metros sobre el nivel del mar. Cada kilo estamos vendiendo a 12 soles. Es un producto ecológico y oriundo del Perú”, dice Romero, quien llegó por primera vez a Mistura.
Omar trajo 250 kilogramos de diversas variedades, entre ellas pava, azul, cajamarquina, margarita, plomo, peruanita, frontina, conejita. Como yachachiq trabaja para el proyecto Haku Wiñay, brindando asistencia técnica para producción de abono orgánico como compost y biol, riego tecnificado, manejo de cultivos ecológicos y manejo de plagas. En los centros poblados de Chichir, Coima, Matibamba y Otuto del distrito de Condebamba, provincia de Cajabamba, el proyecto Haku Wiñay está invirtiendo otros 2 millones 142 mil 300 nuevos soles para 579 hogares usuarios.
En los cinco stands (167 al 171) de FONCODES en el Gran Mercado de Mistura, se exhiben y vende 80 diferentes productos naturales y procesados de 24 expositores, representantes de los usuarios del proyecto Haku Wiñay de 11 regiones de la sierra y selva del país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario