El ingeniero agrónomo Alcides Gutiérrez Castro, quien se dedica a la siembra de la piña y dijo que es resultado del monocultivo, recomendando la rotación de cultivos con preferencia con leguminosas, ya que las plagas que afectan a las leguminosas no causan daño a las piñas y mueren.
La piña de mesa que es el cultivo bandera de los agricultores del distrito de Poroto, ha empezado a declinar en su rentabilidad por varios factores, siendo el más grave la presencia en las tierras de cultivo del hongo empoderado Fusarium que ataca a las raíces de las piñas haciéndolas perder la capacidad de captar los nutrientes de los suelos, que impide su normal desarrollo.
Esta información lo reveló el ingeniero agrónomo Alcides Gutiérrez Castro, quien se dedica a la siembra de la piña y dijo que es resultado del monocultivo, recomendando la rotación de cultivos con preferencia con leguminosas, ya que las plagas que afectan a las leguminosas no causan daño a las piñas y mueren. También recomendó el agrónomo, utilizar unas 30 toneladas de abono orgánico por hectárea, ya que la úrea y otros abonos químicos solo ofrecen resultados muy pasajeros.
Además, la producción se mantiene en descenso tanto en calidad como en cantidad, comprometiendo su rentabilidad y por esa razón ya se empiezan a introducir otros cultivos como la caña de mesa, caña dulce que tiene gran demanda en Trujillo y ciudades del norte del país, incluidos Cajamarca.
También ha contribuido a la baja de la producción el incremento de PH del agua haciéndose más salino, hace unos 50 años las aguas del rio fueron más ácidas y favoreció el cultivo de piñas y las plantaciones duraban en producción hasta 10 años, ahora escasamente alcanzan los cinco años y se debe renovar totalmente el cultivo, aseveró.
Finalmente sugirió utilizar semillas mejoradas en laboratorios, por que las actuales pierden su vigor y se degeneran al mismo tiempo de utilizar semillas de piña de la variedad Golden que ofrece un agricultor pionero Reynaldo Camareno Muñoz, en el distrito de Manzamari, provincia de Satipo, a 0.40 céntimos cada semilla. (Amaro Rodríguez Santillán)
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