Los padres de familia,
al ver que sus niños aprenden de manera tan divertida, se han sumado también
como estudiantes. “La idea es hacerlo lo más dinámico posible. Los padres
de familia, al ver que sus niños aprenden de manera tan divertida, se han
sumado también como estudiantes”, revela Brenda Jakelyn Sánchez Chauca.
En
estas clases aprendes jugando y con diversión. “Hasta el infinito”, “Pinta
tu imaginación” o “Un mundo para
todos” son los nombres de algunos talleres. ¿Los estudiantes? Hasta
ahora 110 escolares de inicial, primaria y secundaria de colegios
públicos de diversas regiones del Perú. ¿Los docentes? 25 jóvenes
voluntarios, que se han unido para brindar de manera virtual un reforzamiento
de las clases que reciben los niños y adolescentes del país.
“La
idea es hacerlo lo más dinámico posible. Los padres de familia, al ver que sus
niños aprenden de manera tan divertida, se han sumado también como estudiantes.
Al inicio planificamos hacerlo solo dos meses, pero nos pidieron ampliarlo”,
cuenta Brenda Jakelyn Sánchez
Chauca, fundadora del voluntariado Huellas en el Corazón, al que pertenece este proyecto virtual
llamado “Aprende sin Barreras”, que
tiene como objetivo complementar las clases de los estudiantes de escuelas
públicas.
¿Qué
es el infinito? Con esta pregunta se sorprenden los niños. Les es tan familiar
como si viniera de la voz de uno de sus héroes favoritos de dibujos animados.
“¡Te voy a presentar la historia de los números!”, les dice la profesora. “A
veces nos olvidamos que las matemáticas pueden ser entretenidas y que están
presentes en nuestra vida diaria”, explica Brenda, sobre el taller llamado
“Hasta el infinito”. Brenda tiene 23 años y es ganadora de la Beca
Vocación de Maestro del Programa
Nacional de Becas y Crédito Educativo (Pronabec) del Ministerio de Educación.
Gracias
a ello, estudia el último ciclo de la carrera de Educación Primaria en la
Universidad Femenina del Sagrado Corazón. Brenda no está sola. Mujeres y
hombres de todas las edades se han sumado a esta vocación por el Perú. Además
de las clases virtuales gratuitas que ofrecen, llevan ayuda urgente, como
alimentos, ropa y talleres, a poblaciones vulnerables de Lima. Algunos de los
voluntarios son ganadores de Beca 18 y de la Beca Vocación de Maestro del
Pronabec.
Las
becarias que forman parte del voluntariado son Miluska Risco Roldan, Jennifer
Gonzales De la Cruz, Laura Lozano
Leyva, Thalia Vivas Flores, Mirela Barrionuevo Olivares, Gina Alegre Milla, Milagros Morón Godoy, Giuliana
Dextre Ruiz, Kiara Salcedo Vilca,
Sonia Fernández Rosas y Angélica Arias Vilca. Todas futuras
profesionales comprometidas con la educación de los más pequeños.
“Debido
al aislamiento social generado por la pandemia, los niños y jóvenes ya no
tienen recreación e interacción con sus compañeros. Buscamos complementar la
educación oficial. Decidimos dar esta motivación tan necesaria con talleres que
apoyen a los estudiantes como a los padres de familia”, detalla Brenda. Aprende
Sin Barreras puede ser visitado en su página de Facebook: https://www.facebook.com/AprendeSinBarreras/.
Además
de “Hasta el infinito”, algunos otros talleres son “Jugando con el abecedario”,
que está relacionado con el área curricular de Comunicación; “Una sola voz”,
con el área curricular de Arte y Cultura; o “Un mundo para todos”, con el área
de Persona Social. “Hemos entendido que una voluntaria o voluntario virtual
también cumple un papel fundamental, ya que necesitamos siempre una compañía de
motivación”, enfatiza la joven talento.
Brenda
resalta la labor de los voluntarios coordinadores: Leonela Cahuana, Shamira
Castro, Jorge Jamanca, Solansh Chavarri, Nelida Castillo, Javier
Huaranca, Diana Riveros, Beatriz Pérez, Fresia Catiño, Carol Campos,
Lucero Vilchez, John Sánchez, Mariza Orocaja,
Angheline Robles, Angie Salazar, Anagely Jachilla, Joseph
Huamán, Anahy García, Naydelin Villanueva, Roy Solis, Yerson Reyes.
Asimismo,
Zeny Santos, Carla Mendoza, Reyna Jorge,
Aida Anampa, Jonathan Sarmiento, Estrella
Canchumanya, Lizett Sedano, María Solórzano, María Cahuana y Evelyn
Berrio. Ella espera que a esta lista también se sumen otros jóvenes apasionados
por la buena enseñanza. “Una de mis grandes pasiones es dar sin recibir nada
cambio. Desde muy pequeña siempre he estado sirviendo y apoyando a quienes más
lo necesitan”, explica Brenda sobre su vocación.
“Vengo
de una familia humilde y sé qué es sentir frío y hambre, por eso me hice la
promesa de dar lo mejor de mí siempre. Dios y mi familia es para mí lo más
importante”, agrega. Ella inició su voluntariado desde muy niña en la iglesia.
Luego, en instituciones públicas como el Instituto
Nacional de Estadística e Informática (INEI) y la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) u organismos como
Transparencia.
En
2019 se propuso crear su propio voluntariado y así nació Huellas en el corazón,
que tiene como misión contribuir y apoyar a la sociedad peruana en el marco los
Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
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