DEGLACIACIÓN AFECTA NEVADO HUAYTAPALLANA Y RESERVAS DE AGUA EN HUANCAYO DISMINUYEN

El agua para la creciente población de la zona cada vez es más escasa. En los últimos años los veranillos en época de lluvia provocaron la disminución del recurso hídrico en las lagunas, sobre todo en la de Huacracocha que no tiene nevados a su alrededor.

Huancayo.- La deglaciación que afecta al nevado Huaytapallana (Junín) constituye un tema que preocupa a las autoridades de Huancayo, debido a que las lagunas ubicadas en las faldas de éste proveen agua para el consumo de la población. Actualmente, el abastecimiento de agua potable en Huancayo está supeditado a las lluvias. Cuando existen veranillos y las lluvias se retrasan, las reservas naturales existentes en la parte alta de la cuenca del Shullcas disminuyen notablemente.

El agua para la creciente población de la zona cada vez es más escasa. En los últimos años los veranillos en época de lluvia provocaron la disminución del recurso hídrico en las lagunas, sobre todo en la de Huacracocha que no tiene nevados a su alrededor. Inspecciones realizadas por la empresa de Servicio de Agua Potable y Alcantarillado Municipal (Sedam) de Huancayo determinaron que la laguna Lasuntay, con capacidad para almacenar 520 mil metros cúbicos de agua, sólo concentra 294 mil metros cúbicos.

A su vez, la laguna Chuspicocha, de capacidad de 430 mil metros cúbicos de agua, sólo almacena 188 mil metros cúbicos. La laguna Duraznuyoc puede almacenar 300 mil metros cúbicos de agua pero tiene una reserva de 187 mil metros cúbicos. Estas tres lagunas existen gracias al nevado Huaytapallana, sin embargo muchas veces el deshielo no cae propiamente al espejo de agua ya que la capa de hielo retrocedió por los efectos del cambio climático global. El gerente de Sedam-Huancayo, Guillermo Martínez Gabaldoni, refirió que “podemos ver que la parte inferior del nevado es de color diferente, una nevada más oscura y la otra media celeste, esto significa que hace poco hubo un desprendimiento que no está cerca de la laguna, por lo que la infiltración del agua no está cayendo a la laguna, se está yendo a otro lugar”. Precisó que en el caso de la laguna Lasuntay, ésta se encuentra por debajo del nivel que se requiere para poder abastecer la demanda existente y tener una reserva de agua.

También señaló que el desembalse realizado en la laguna Chuspicocha años atrás fue un crimen ecológico que pudo prevenirse. “En la parte baja existen zonas en donde podían haberse hecho diques a fin de evitar el desembalse que ha perjudicado a una parte de la ciudad de Huancayo”, comentó. Añadió que “lamentablemente los desembalses artificiales se hicieron sin ningún criterio técnico. Al querer proteger a una parte de la población se perjudicó al ecosistema de esta zona”, explicó Martínez Gabaldoni.

De otro lado, sobre la presa construida en la laguna Lasuntay mencionó que “el dique tiene serios asentamientos que no son producto del último terremoto, sino que son consecuencia del propio peso del material con el que se le edificó”. La cuarta laguna regulada es Huacracocha, que está alejada del nevado Huaytapallana y sólo incrementa su espejo de agua gracias a las precipitaciones pluviales y a través de varios afluentes que provienen de distintos lugares. Esta laguna tiene una capacidad de cuatro millones y medio de metros cúbicos, pero actualmente sólo tiene almacenado tres millones de metros cúbicos a causa de los cambios climáticos.

Las reservas cada vez son más escasas y con el tiempo la situación podría complicarse. Por ello, el alcalde de Huancayo, Fredy Arana Velarde, recomendó a la población tener conciencia de la importancia de un uso racional del agua potable. “Nuestro deber es usar adecuadamente el agua potable, no desperdiciarla pues cuesta mucho obtenerla; muchas veces no se cierran bien las cañerías, se usa abundante agua para lavar carros y existen fugas en las tuberías, esto debe cambiar”, expresó.

Actualmente, Sedam-Huancayo, además de la disminución del agua en las lagunas de la parte alta de la cuenca del Shullcas, se enfrenta al problema del reparto equitativo del recurso con los regantes de las dos márgenes del río Shullcas. El agua que se requiere para regar los sembríos de esa zona, el cual se capta mediante un canal improvisado y otro construido en forma rústica, no permite captar mayor cantidad de agua para la planta de tratamiento de Vilcacoto. Además, la planta afronta la colmatación de sus filtros de arena, constantes derrumbes de los cerros y falta de canalización de los pequeños afluentes enturbian el agua que capta.

Después de su ampliación, la planta de tratamiento de Vilcacoto produce un promedio de 500 litros por segundo; aparte de captar agua de 18 pozas que existen en distintos lugares de Huancayo, ciudad ubicada a 310 kilómetros al este de Lima. El jefe de la planta, Iván Pérez Garay, remarcó que “para la época de estío se tiene un plan de contingencia. Primero está el desfogue de las aguas controladas, segundo las horas de funcionamiento de las pozas de bombeo, tercero la distribución equitativa del agua en redes para la cantidad de agua que se tenga en captación”.