Alejandro Cussianovich inició su disertación con los menores y promotores sociales, desde su posición analítica y entendedora, explicando que es necesario emancipar a los niños, niñas y adolescentes trabajadores de cualquier forma de abuso, maltrato y explotación.
El estudioso y educador peruano Alejandro Cussianovich Villarán departió, el jueves último, con menores de edad que trabajan y estudian del distrito El Porvenir, para analizar, desde diversos enfoques sociodemográficos y culturales, la realidad de los niños, niñas y adolescentes trabajadores, en el marco de trabajo conjunto y suma de experiencias con el Centro de Promoción de la Mujer del Norte –CEPROMUN, como antesala a los XX Años de la Convención de los Derechos del Niño, que se realizará el 20 de noviembre.
Cussianovich inició su disertación con los menores y promotores sociales, desde su posición analítica y entendedora, explicando que es necesario emancipar a los niños, niñas y adolescentes trabajadores de cualquier forma de abuso, maltrato y explotación. Esto es posible, sólo si los menores se organizan y hacen sentir su voz y sus exigencias ante la sociedad; y estén guiados por iniciativas no gubernamentales y entidades inherentes al tema, dijo.
“Los niños trabajadores tienen que estar organizados y guiados para que se empoderen”, afirmó, frente a las experiencias expuestas por los propios adolescentes que asistieron a la reunión, específicamente, cuando las autoridades no los consideran, ni toman en cuenta, en políticas públicas. Trajo a colación casos de organizaciones de menores de diferentes regiones del país y de otras latitudes del mundo, donde la organización constituye un pilar de desarrollo.
“Si bien la posición de Alejandro (Cussianovich) es mejorar las condiciones de trabajo del niño, la posición nuestra es la erradicación progresiva del trabajo infantil, por una serie de cosas que hemos ido descubriendo, por ejemplo, en cuanto a la cuestión afectiva y emocional del niño, es necesario que el menor tenga una forma de protección, porque el trabajo infantil tiene efectos negativos en su formación integral”, explicó la directora ejecutiva de CEPROMUN, Carmen Salazar Cortegana.
“Con esta reunión, se trata de enlazar intereses comunes, buscando el bienestar de la infancia y el respeto a sus derechos: eso es lo que nos une. Las diferencias de los enfoques están en cómo nosotros respetamos y cómo garantizamos su bienestar, ofreciéndoles condiciones de desarrollo integral. El ser humano requiere tener toda una etapa de su vida terminada; cuando hay un efecto de trabajo infantil, los niños dejan de ser niños para convertirse en adultos, muy prematuramente”, remarcó Salazar.
El estudioso y educador peruano Alejandro Cussianovich Villarán departió, el jueves último, con menores de edad que trabajan y estudian del distrito El Porvenir, para analizar, desde diversos enfoques sociodemográficos y culturales, la realidad de los niños, niñas y adolescentes trabajadores, en el marco de trabajo conjunto y suma de experiencias con el Centro de Promoción de la Mujer del Norte –CEPROMUN, como antesala a los XX Años de la Convención de los Derechos del Niño, que se realizará el 20 de noviembre.
Cussianovich inició su disertación con los menores y promotores sociales, desde su posición analítica y entendedora, explicando que es necesario emancipar a los niños, niñas y adolescentes trabajadores de cualquier forma de abuso, maltrato y explotación. Esto es posible, sólo si los menores se organizan y hacen sentir su voz y sus exigencias ante la sociedad; y estén guiados por iniciativas no gubernamentales y entidades inherentes al tema, dijo.
“Los niños trabajadores tienen que estar organizados y guiados para que se empoderen”, afirmó, frente a las experiencias expuestas por los propios adolescentes que asistieron a la reunión, específicamente, cuando las autoridades no los consideran, ni toman en cuenta, en políticas públicas. Trajo a colación casos de organizaciones de menores de diferentes regiones del país y de otras latitudes del mundo, donde la organización constituye un pilar de desarrollo.
“Si bien la posición de Alejandro (Cussianovich) es mejorar las condiciones de trabajo del niño, la posición nuestra es la erradicación progresiva del trabajo infantil, por una serie de cosas que hemos ido descubriendo, por ejemplo, en cuanto a la cuestión afectiva y emocional del niño, es necesario que el menor tenga una forma de protección, porque el trabajo infantil tiene efectos negativos en su formación integral”, explicó la directora ejecutiva de CEPROMUN, Carmen Salazar Cortegana.
“Con esta reunión, se trata de enlazar intereses comunes, buscando el bienestar de la infancia y el respeto a sus derechos: eso es lo que nos une. Las diferencias de los enfoques están en cómo nosotros respetamos y cómo garantizamos su bienestar, ofreciéndoles condiciones de desarrollo integral. El ser humano requiere tener toda una etapa de su vida terminada; cuando hay un efecto de trabajo infantil, los niños dejan de ser niños para convertirse en adultos, muy prematuramente”, remarcó Salazar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario