Todo sigue igual. No existe autoridad en nuestra ciudad. ¿Así quieren repetir el plato como regidores? ¿Todavía no aprenden y necesitan de otros cuatro añitos más para ver si terminan de estudiar? ¿Para eso fueron elegidos? ¿Para eso le pagamos?
Por: Enrique Benites Delgado
Hace unos días atrás, aprovechando una sesión de Consejo y la salida de ella por unos minutos, del Regidor Provincial Carlos Ríos Gutti, le pregunté: quién, cómo, qué cosa se puede hacer para evitar la “invasión” de los comités de colectivos que vienen y van al Porvenir. Estos circulan impunemente por el centro cívico, las calles Grau, Ayacucho, Colón, Junín, Estete son invadidas sin que ninguna autoridad haga algo para evitar ello. En las horas punta, el tráfico es insoportable en la última cuadra del jirón Ayacucho. Un promedio de 25 a 30 “lanchas” causan este tremendo problema para los ciudadanos.
El Regidor Ríos Gutti contestó: “Que la Policía cumpla con su función”. Pero señor Regidor: y si la policía no cumple su función ¿Quiénes tienen que hacerla cumplir? ¿Acaso no es la Municipalidad amparado en la Ley de Municipalidades que ordena que la Policía Nacional deba brindar el apoyo cuando se la requiera? “Si pues”, contestó, para luego decir: “Sabe qué, mejor converse con el actual Regidor de transporte, es el señor Penagos, yo ya no soy”. Carambas, qué fácil es evadir una responsabilidad.
Como soy bien mandado, aproveché el mismo tiempo para hacer la misma pregunta al Regidor Penagos, actual responsable del área de transporte de la Municipalidad. No sabía de qué hablaba. Explicado en más detalle aceptó este desorden prometiéndome que haría conocer de este problema al subgerente de transporte, “mañana mismo le envío un oficio para que actúe” me dijo. ¿Ya le llegó señor Subgerente? Bueno, parece que no, hasta la fecha, pasado ya más de 45 días de esta conversación, no pasa nada. Nadie hace respetar la norma que prohíbe circular en el Centro Histórico a estos vehículos.
Todo sigue igual. No existe autoridad en nuestra ciudad. ¿Así quieren repetir el plato como regidores? ¿Todavía no aprenden y necesitan de otros cuatro añitos más para ver si terminan de estudiar? ¿Para eso fueron elegidos? ¿Para eso le pagamos? Pero eso sí, cobran sus dietas en forma puntual. Algunos dicen, como argumento y justificación: es que tienen miedo pues esos choferes “son unos delincuentes”, o “porque harían jugosas bolsas”.
Si lo tomamos por el lado más sano, porque no creo lo primero: sería por el miedo. ¿Se justifica que una autoridad no actúe por temor? Mucho se ha dicho sobre el problema del tránsito en nuestra ciudad. Por supuesto, también sobre la incapacidad para resolverlo. Ordenanzas incumplidas, invasión de comités de colectivos del El Porvenir y de La Esperanza al centro histórico son el pan de cada día.
Microbuses y combis que hacen lo que quieren, atropellan y matan y no pasa nada, comités de micros y taxis a quienes se les acomodan ordenanzas para favorecerlos en forma descarada, solo por tener padrinos en la municipalidad. ¿Este es el cambio que no puede detenerse? ¿No pueden programar operativos conjuntamente con la Policía Nacional? Si no saben o no pueden, avisen nomás.
Por: Enrique Benites Delgado
Hace unos días atrás, aprovechando una sesión de Consejo y la salida de ella por unos minutos, del Regidor Provincial Carlos Ríos Gutti, le pregunté: quién, cómo, qué cosa se puede hacer para evitar la “invasión” de los comités de colectivos que vienen y van al Porvenir. Estos circulan impunemente por el centro cívico, las calles Grau, Ayacucho, Colón, Junín, Estete son invadidas sin que ninguna autoridad haga algo para evitar ello. En las horas punta, el tráfico es insoportable en la última cuadra del jirón Ayacucho. Un promedio de 25 a 30 “lanchas” causan este tremendo problema para los ciudadanos.
El Regidor Ríos Gutti contestó: “Que la Policía cumpla con su función”. Pero señor Regidor: y si la policía no cumple su función ¿Quiénes tienen que hacerla cumplir? ¿Acaso no es la Municipalidad amparado en la Ley de Municipalidades que ordena que la Policía Nacional deba brindar el apoyo cuando se la requiera? “Si pues”, contestó, para luego decir: “Sabe qué, mejor converse con el actual Regidor de transporte, es el señor Penagos, yo ya no soy”. Carambas, qué fácil es evadir una responsabilidad.
Como soy bien mandado, aproveché el mismo tiempo para hacer la misma pregunta al Regidor Penagos, actual responsable del área de transporte de la Municipalidad. No sabía de qué hablaba. Explicado en más detalle aceptó este desorden prometiéndome que haría conocer de este problema al subgerente de transporte, “mañana mismo le envío un oficio para que actúe” me dijo. ¿Ya le llegó señor Subgerente? Bueno, parece que no, hasta la fecha, pasado ya más de 45 días de esta conversación, no pasa nada. Nadie hace respetar la norma que prohíbe circular en el Centro Histórico a estos vehículos.
Todo sigue igual. No existe autoridad en nuestra ciudad. ¿Así quieren repetir el plato como regidores? ¿Todavía no aprenden y necesitan de otros cuatro añitos más para ver si terminan de estudiar? ¿Para eso fueron elegidos? ¿Para eso le pagamos? Pero eso sí, cobran sus dietas en forma puntual. Algunos dicen, como argumento y justificación: es que tienen miedo pues esos choferes “son unos delincuentes”, o “porque harían jugosas bolsas”.
Si lo tomamos por el lado más sano, porque no creo lo primero: sería por el miedo. ¿Se justifica que una autoridad no actúe por temor? Mucho se ha dicho sobre el problema del tránsito en nuestra ciudad. Por supuesto, también sobre la incapacidad para resolverlo. Ordenanzas incumplidas, invasión de comités de colectivos del El Porvenir y de La Esperanza al centro histórico son el pan de cada día.
Microbuses y combis que hacen lo que quieren, atropellan y matan y no pasa nada, comités de micros y taxis a quienes se les acomodan ordenanzas para favorecerlos en forma descarada, solo por tener padrinos en la municipalidad. ¿Este es el cambio que no puede detenerse? ¿No pueden programar operativos conjuntamente con la Policía Nacional? Si no saben o no pueden, avisen nomás.
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